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Juan Manuel Rodríguez

Un combate de boxeo

Dempsey volvió a caer a la lona después de que Firpo le impactara otra vez, y mientras el argentino avisaba al árbitro, el campeón aprovechó para volver a golpearle por sorpresa.

"Vino la pelea Firpo-Dempsey y en cada casa se lloró y hubo indignaciones brutales, seguidas de una humillada melancolía casi colonial" (Julio Cortázar)...
 
En el diario Los Andes se ofrecían todos los "detalles del desarrollo del gran match" y se ofrecían también las primeras declaraciones de Luis Ángel Firpo, apodado "Toro Salvaje de Las Pampas" a partir de aquel momento, después de haber perdido el combate ante Jack Dempsey: "deseo medirme nuevamente con él dentro de un año". El argentino había pedido el aplazamiento de la pelea porque tenía el brazo izquierdo muy dolorido, pero las autoridades norteamericanas lo denegaron. Estamos hablando del año 1923, y en aquellos tiempos no se andaban con chiquitas. Peores situaciones se habían visto.

Eduardo Arroyo, por ejemplo, hace referencia en "El Trío Calaveras" (Editorial Taurus, 2003) al púgil judío Julie Bort, quien "boxeaba despreocupado y parecía que ignoraba su evidente cojera y su dificultad para moverse libremente por la lona". Este wélter con nombre de mujer llegó a disputar setenta combates profesionales a finales de los años cuarenta, y todo ello a pesar de que había sufrido un ataque de poliomelitis cuando era un niño y tenía la pierna derecha delgada y sin músculos y el pie totalmente deformado. El dramaturgo Tenessee Williams escribió también sobre Olivier Winemiller, un boxeador manco, en uno de sus cuentos, de forma que, comparado con aquello, el dolor de Firpo era poca cosa, "pecata minuta".

Debe ser que Dempsey se confió, pero lo cierto es que Firpo llegó con un durísimo gancho al cuerpo del boxeador estadounidense nada más comenzar el primer asalto. Dempsey voló fuera del ring y, según contaron testigos presenciales, cayó justo encima de uno de los jueces; ayudado por periodistas y espectadores, el campeón norteamericano logró volver al cuadrilátero. Habían pasado veinte segundos desde que aterrizara en el "ring-side", y por lo tanto Luis Ángel Firpo era el nuevo campeón mundial de los pesos pesados. Pero nuevamente se saltaron la reglamentación a la torera y, en el preciso instante en que el gong anunciaba el final del primer asalto, Dempsey golpeó repetidamente en la nuca al argentino.

Dempsey volvió a caer a la lona después de que Firpo le impactara otra vez, y mientras el argentino avisaba al árbitro, el campeón aprovechó para volver a golpearle por sorpresa. El resto es historia. Con Firpo semiinconsciente, Dempsey se dedicó a golpearle antirreglamentariamente. Seis veces cayó el gaucho y en cinco de ellas logró levantarse. La sexta fue definitiva. Después de aquello Jack Dempsey estuvo tres años sin boxear como profesional. Y como decía Julio Cortázar hubo quien exigió que Argentina rompiera las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Aquello sucedió el 14 de septiembre de 1923.

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