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Carlos Semprún Maura

Los franceses votan a Kerry

Para la izquierda las elecciones son buenas cuando las gana, y si gana alguien que consideran reaccionario –como Bush– sólo puede tratarse de un complot

La socialburocracia europea y la prensa progre ha decidido que John Kerry tiene que ganar las elecciones americanas de noviembre. Para lograr su objetivo se libran una serie de hechizos que, no se sabe aun muy bien, si se limitan al vudú, a la fe islámica o al célebre Método Coué (repite mil veces que eres inteligente y guapo y terminarás por creértelo).
 
Consideran que en los tres debates por televisión el vencedor fue Kerry y si los sondeos siguen empeñados en situar a Bush como primero da igual, los sondeos se equivocan. Si la prensa norteamericana matiza mucho más que la suya no importa, ¿qué sabrá la prensa yanqui, vendida al gran capital, de lo que pasa en su propio país? De un modo contradictorio, sin embargo, no se han olvidado de remarcar que el New York Times toma partido por Kerry. Pero eso, curiosamente, no es noticia. El prestigioso diario neoyorquino apoya siempre al candidato demócrata.
 
Nuestros progres –y también la derecha– aseguran que, en Europa y particularmente en Francia, se vota (o se votaría) a Kerry por lo que, ineluctablemente, Kerry tiene que ganar. Algunos incluso han declarado que, ya que Estados Unidos se mete en todas partes, sería justo que el mundo entero eligiera al presidente norteamericano. Y se quedan tan tranquilos. En todos los países democráticos el voto constituye uno de los principales derechos de los ciudadanos, como contrapartida los ciudadanos tienen algunos deberes, como, por ejemplo, pagar impuestos. Todos estos franchutes que "votan" a Kerry, ¿estarían dispuestos a pagar impuestos en los Estados Unidos sabiendo que, si gana su favorito, éstos aumentarán?
 
Dejemos estas tristes imbecilidades para denunciar lo esencial: esta histeria demuestra un profundo desprecio por la democracia representativa y uno de sus fundamentos, la alternancia. Para la izquierda las elecciones son buenas cuando las gana, y si gana alguien que consideran reaccionario –como Bush– sólo puede tratarse de un complot, de una estafa, de un golpe de estado implícito. Ya verán lo que va a ocurrir si Bush es reelegido.
 
Pasando a otro tema, me ha extrañado que toda la prensa francesa afirme que Chirac es favorable a la entrada de Turquía en la Unión Europea, y que eso crea un conflicto entre el presidente y amplios sectores de su partido, la UMP. Es totalmente falso. En varias ocasiones Chirac ha definido su posición perfectamente ambigua. Es favorable, si, a que se entablen las negociaciones previstas y prometidas, pero enseguida añade que la entrada de Turquía, hoy o mañana, es imposible. Ya se verá dentro de diez o quince años, o sea, cuando estemos todos calvos –al menos Chirac y yo–. Asimismo se escuda, con pleno derecho por cierto, en el referendo con el que el pueblo soberano decidirá si o no. A día de hoy, y si dependiese del voto de los franceses, Turquía no entraría en la Unión Europea.

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