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Ignacio Villa

Gallizo se cae tarde del guindo

El dato inequívoco es que ha tenido que recorrer el mismo camino a la inversa, y ha anunciado una batería de medidas en las que reconoce implícitamente que las prisiones son un auténtico caos

Citar a Mercedes Gallizo se ha convertido en sinónimo de ridículo. Los hechos han demostrado que la inoperancia de la directora general de Instituciones Penitenciarias es de unas dimensiones ilimitadas. Gallizo ante la realidad –indiscutible– de convivencia y relación de los terroristas etarras con los terroristas islamistas, dentro y fuera de las cárceles, ha tenido que cambiar deprisa y corriendo de guión. Y donde todo era tranquilidad, ahora todo es preocupación. ¿Inoperante o impresentable?, da exactamente igual. Su trabajo y su dirección en Instituciones Penitenciaras hacen obligado el cese inmediato de alguien que ha buscado el protagonismo mediático y se ha encontrado con un sonoro fracaso. Gallizo se cae del guindo, pero eso no es suficiente.
 
No hace muchas semanas, Mercedes Gallizo mintió en sede parlamentaria. Tanto en el Congreso como en el Senado intentó hacer creer a sus señorías que las cárceles españolas eran un remanso de paz y de tranquilidad. Ha pasado muy poco tiempo para que queden claros los embustes. El dato inequívoco es que ha tenido que recorrer el mismo camino a la inversa, y ha anunciado una batería de medidas en las que reconoce implícitamente que las prisiones son un auténtico caos en las que se relacionan con una gran fluidez los presos etarras e islamistas.
 
Una realidad que confirma por la vía directa que el terrorismo de ETA e islámico mantienen desde hace tiempo una relación y una comunicación de complicidad y ayuda. Eso es así aunque desmonte de cuajo la doctrina del Partido Socialista que dice que el Partido Popular mintió el 11 de marzo. Las pruebas concluyentes y rotundas de una cooperación de los dos terrorismos explican muchas cosas y dejan a Rodríguez Zapatero entre la espada y la pared, muy a pesar de que distintas fuentes oficiales y judiciales busquen la "intoxicación burda" sugiriendo que esa relación es posterior al mes de marzo.
 
¿Alguien se puede creer semejante fantasmada? El terrorismo etarra e islamista tienen muchos puntos de unión antes y después del 11 de marzo. Es una evidencia que ya no tiene marcha atrás. Y Gallizo, con su rectificación tardía y a escondidas, lo confirma contundentemente.
 
Por cierto: ¿sigue siendo la alianza de civilizaciones la primera preocupación de Zapatero?

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