Algo tenía que inventar Castro para demostrar que sigue tan chiflado como ha estado siempre después de resbalar y caer antes miles de jóvenes que escucharon su hasta ahora último discurso. Los cubanos pagarán con sus dólares estadounidenses la fractura de su rodilla izquierda. Su amo y señor les ha obligado a entregarle de golpe la poca "plata" que un día les permitió tener. A cambio él les dará billetes del Monopoly. En Cuba los llaman chavitos, pesos convertibles que nada valen fuera de su cortijo.
Y es que quien manda, manda. Más cuando es consciente de que ya le queda poco tiempo para mandar y no puede disimular su acabamiento. Mientras viva hará todo el daño que pueda. Después de empobrecer hasta el extremo a millones de sus víctimas que conservaban algunos dólares que les habían enviado sus familiares desde el extranjero, se ha sentado -con su pierna izquierda escayolada - ante el televisor para ver qué pasa en EEUU. Siempre ha presumido de estar bien informado. Ha de estar convencido del triunfo de Bush. De otro modo se entendería aún menos su última locura. Con Kerry en el poder tendría alguna esperanza. Con Bush, ninguna. Si gana el republicano le resultará muy complicado beneficiarse fuera de la isla de los dólares que obtiene de la prostitución, del trabajo de los que tiene por esclavos y del tráfico de propiedades robadas.
Según el consejero comercial de la embajada de Madrid en La Habana, la retirada del dólar no afectará a las empresas españolas que operan en las ruinas que rodean las más de doscientas cárceles. A juicio de Luis López, en ningún caso repercutirá en la balanza comercial entre ambos países, comercio que ha sufrido una ligera desaceleración en los últimos años. De acuerdo con los datos manejados por la delegación española, entre enero y agosto las exportaciones a Cuba cayeron un 8.39 por ciento, mientras que las importaciones se redujeron un 9.62 por ciento con relación al mismo periodo del pasado año. Traducidas a dólares, las exportaciones superaron los 332 millones, con un crecimiento del 0.47 por ciento. Las importaciones se situaron en $84 millones, con una baja del 1.24 por ciento. La diferencia de cifras se explica por la apreciación del euro frente a la divisa estadounidense. Pese a que el intercambio bilateral no se ha incrementado en los últimos años, España se mantiene como principal socio comercial europeo en Cuba y concluirá el año con niveles similares o incluso superiores a los del 2003.