Menú
Juan Manuel Rodríguez

El espía de Baudillon

"Tirirí" no se conforma con hacerle el juego sucio a París y remar a favor de la corriente impulsada desde la sombra por el doctor Rogge, sino que traslada a Madrid 2012 un halo de claro negativismo

Ya digo que el establishment del Comité Olímpico Internacional, su auténtico núcleo duro, estará encantado con la campaña "pro París" (o "anti Madrid", según se mire) que encabeza a diario nuestro amigo Agustí "tirirí-tirirí", el agente doble de Philippe Baudillon que, a la espera de lo que suceda en las próximas elecciones a la presidencia de la Federación, se encuentra, mal que nos pese, a la cabeza del tenis español. No ceja en su empeño ni un sólo día, no desfallece ni un sólo instante, ni un minuto, ni un segundo, convertido en el auténtico y genuino abanderado de monsieur Baudillon, director general de la candidatura francesa. Si París ya era de por sí un rival lo suficientemente fuerte, el marketing agresivo de "tirirí", unido a la fontanería fina de Jacques Rogge, pueden convertir en imbatible a la ciudad de la luz.
 
En declaraciones realizadas este mismo miércoles, Pujol insiste en que "si Sevilla no fuera sede de la final, sería en Barcelona"; y añade a renglón seguido: "quiero ganar". Si no hubiera sido Sevilla, pues, habría sido Barcelona. Y si no Las Palmas, o Málaga, o Teruel, para que se note que también existe. Y si no en Iowa. O en Washington D.C... Y más daño aún del que pueda hacer la enfermiza apuesta personal de "tirirí", lo hace su dañino colofón de "quiero ganar", como si jugar la final de la Copa Davis ante Estados Unidos en la capital de España fuera sinónimo claro de una derrota anticipada.
 
"Tirirí" no se conforma con hacerle el juego sucio a París y remar a favor de la corriente impulsada desde la sombra por el doctor Rogge, sino que traslada a Madrid 2012 un halo de claro negativismo. Me parece que Pujol no acepta una "derrota dulce" sino que quiere mucho más. No conozco a Pedro Muñoz, presidente de la Federación Madrileña, ni tampoco a José Luis Escañuela, presidente de la andaluza, pero estoy convencido de que cualquiera de ellos dos sería al menos un presidente coherente, estable y leal hacia los intereses del deporte español. Eso con Pujol es imposible. Lleva veinte años en la presidencia y todavía tiene el descaro de decir que se presenta de nuevo a las elecciones por la falta de consenso. Yo creo que todos estaríamos de acuerdo en recomendarle que buscara acomodo donde realmente le corresponde, en la Federación Francesa de Tenis. Baudillon estaría encantado. Y Noah ni les cuento.

En Deportes

    0
    comentarios