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Ignacio Villa

¿Y todavía no ha dimitido Curro?

Al final la realidad es que el presidente Bush ha recibido al ex presidente Aznar mientras que el teléfono de Moncloa sigue sin sonar

La centralita de Moncloa sigue sin sonar. Y lo que es peor no sabemos cuánto tiempo tardará en llegar la esperada llamada de la Casa Blanca. Las relaciones entre España y Estados Unidos se encuentran en un momento crítico, y no precisamente por culpa de la parte americana. Las relaciones entre Madrid y Washington están mal por la política antiamericana, asamblearia y pueblerina que el presidente Zapatero lleva sembrando desde hace meses. Lo de la retirada de las tropas españolas de Irak es sólo parte del problema. La verdadera causa de este distanciamiento entre Bush y Zapatero es que el presidente americano –con razón– se siente agredido por la torpeza e ineptitud del presidente del Gobierno español.
 
Rodríguez Zapatero se ha metido en un jardín que no tiene fácil salida y en la política exterior no valen las "sonrisitas y los abrazos". Hay que construir con sentido común, con inteligencia y con una cierta estrategia. Características que no tiene Zapatero, pero tampoco su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.  El Gobierno español nos ha llevado a esta situación y es el Ejecutivo quien nos tiene que sacar de ella. Todo lo demás es pura fantasía por mucho que los ministros se empeñen en corear que se está trabajando para reconducir las relaciones entre los dos países.
 
Precisamente el encuentro privado que el presidente Bush ha mantenido con José María Aznar en la Casa Blanca viene a confirmar que Rodríguez Zapatero está jugando con la política exterior española. España hasta el pasado mes de marzo era escuchada en la Casa Blanca. Luego vino el cambio de Gobierno y todo el desaguisado ZP. Si el actual presidente del Ejecutivo, en lugar de entrar en esta deriva de pura demagogia barata contra los Estados Unidos, hubiera mantenido las líneas de relación institucional y bilateral mantenidas con Bush las cosas serían muy diferentes.
 
Ahora lo que estamos viendo es que Zapatero no sólo gobierna a golpe de imagen; en muchas ocasiones lo hace caprichosamente con asuntos claves para España. Estamos incomunicados con Estados Unidos gracias a sus excentricidades, con el agravante de que no parece que tenga una solución fácil.
 
Al final, la realidad es que el presidente Bush ha recibido al ex presidente Aznar mientras que el teléfono de Moncloa sigue sin sonar. Somos los últimos de la lista. Y lo que parece increíble, el responsable de la política exterior, Miguel Ángel Moratinos, no ha dimitido. ¿A que espera para hacerlo?

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