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Ignacio Villa

Solana socorre a ZP

Incluso Zapatero, que nunca ha tenido una buena relación con Javier Solana, ha tenido que recurrir a él para que le facilite el camino para reconducir el chantaje de Carod Rovira.

Zapatero le debe una a Javier Solana. Mejor dicho, dos. El actual "ministro" de Exteriores de la Unión Europea ya actuó de intermediario entre Zapatero y Maragall, cuando surgió la primera crisis de Carod Rovira, a raíz de la reunión del independentista catalán con los terroristas etarras en el sur de Francia. Ahora, Javier Solana ha vuelto a echar una mano al presidente del Gobierno propiciando un comunicado del Consejo de la Unión Europea en el que se reconoce que el catalán y el valenciano son la misma lengua.
 
Solana vuelve a salir en ayuda de Zapatero, lo hace a cuatro días de que se termine el ultimátum de los republicanos catalanes para apoyar los Presupuestos generales del Estado. El auxilio, sin embargo, parece insuficiente puesto que, de todas formas, desde ERC se han precipitado en recordar que la iniciativa de Solana está muy bien, pero no tiene validez. Siguen insistiendo en la necesidad de que un ministro del Gobierno rectifique en público, antes del 22 de noviembre, la "confusión" sobre el reconocimiento del valenciano en Europa.
 
Estamos asistiendo a una entrega más de este lamentable espectáculo político. Zapatero no sólo está en manos de Carod Rovira. Es mucho peor. El Gobierno central está expuesto a cualquier capricho de los independentistas catalanes. El Ejecutivo socialista no sale del tremendo ridículo de sus dependencias e inoperancias.
 
Incluso Zapatero, que nunca ha tenido una buena relación con Javier Solana, ha tenido que recurrir a él para que le facilite el camino para reconducir el chantaje de Carod Rovira. Muy mal se las ha tenido que ver Zapatero, para rebajarse y pedir socorro. Es una muestra más, inequívoca, de las verdaderas limitaciones de un Gobierno que ciertamente tiene una capacidad mínima de maniobra.

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