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Isabel Durán

Desenmascara a los que se beneficiaron del 11-M

Aznar les ha hecho ahora más difícil que nunca acometer el entierro parlamentario de la Comisión de no-investigación al PSOE y sus adláteres

José María Aznar ha batido records. Su comparecencia de casi once horas de duración ante la Comisión de no-investigación del 11-M no sólo ha sido un récord de aguante como compareciente sino que marca un hito en la historia del parlamentarismo español. Acudió a petición propia, a pesar de las múltiples reticencias que suscitaba su comparecencia entre sus propias filas y las de sus opositores a los que desmadejó. Y no defraudó.
 
El que fuera máximo responsable del Ejecutivo ha expuesto sosegadamente y con precisión quirúrgica ante los ojos de todos los españoles, la gran mascarada política urdida en torno a los atentados del 11-M, el festín de los que se beneficiaron de los atentados y las miserables maniobras que urdieron para alcanzar el poder. Sin cuestionar en absoluto la legitimidad del resultado de las elecciones, el relato de lo acontecido en boca del propio presidente más injuriado, denostado y vituperado de la democracia, ha resultado definitivamente esclarecedor, pero también absolutamente estremecedor.
 
Que al ataque de los terroristas se sumaron la voracidad depredadora de los que hoy necesitan el entierro parlamentario de la Comisión para olvidarse de cómo alcanzaron el poder, no es nada nuevo. Lo que sí es revelador y escalofriante es que quienes sí mintieron y manipularon, como la Ser, aseguraran tener conocimiento de un vídeo reivindicativo de los terroristas islámicos seis horas antes de que éste existiera, ocho horas antes de que los terroristas lo hicieran público y doce horas antes de que el propio Gobierno tuviera la traducción del mismo.
 
¿Cómo es posible? ¿Quién le habló a la Ser del video de reivindicación de los terroristas? ¿Quién ordenó que se hiciera el video? ¿Quién se lo contó a la Ser antes de que éste existiera? ¿Pero de qué estamos hablando? Lo desvelado por Aznar obliga a la Comisión de no-investigación a pedir explicaciones a la Ser sin más dilación.
 
Dos detalles más. José Luis Rodríguez Zapatero nunca pidió al entonces presidente del Gobierno la convocatoria del Pacto Antiterrorista. Por tanto, la principal baza de utilización partidista de los atentados con la que desde el PSOE se acusaba al Ejecutivo por negarse a ir de la mano con todos los partidos políticos juntos, ha quedado lapidada.
 
Por último, el recurso de Álvaro Cuesta a la Comisión del 11-S en los Estados Unidos y su apelación a que Aznar no ha mantenido "la misma dignidad" que el presidente Bush, se  lo puso  en bandeja al ex presidente popular para el descabello. La diferencia entre lo ocurrido en España y Estados Unidos es que allí la oposición no utilizó el terrorismo en provecho propio.
 
Habrá que esperar la respuesta de Zapatero. Entretanto, Aznar les ha hecho ahora más difícil que nunca acometer el entierro parlamentario de la Comisión de no-investigación al PSOE y sus adláteres. El festín puede que al final se les atragante. Porque Aznar hoy ha dejado bien claro que él quiere saber. Y como él, millones de españoles también queremos saber.

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