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Amando de Miguel

El inglés ubicuo

Manolo Aguirre Moscardó se compadece de la cantidad de hate mail que yo debo de recibir, es decir, chorradas no pedidas. Se pregunta mi corresponsal cómo traducir ese hate mail. La equivalencia literal de "correo odioso" no parece muy acertada. En español el verbo odiar se compadece mejor con personas que con cosas; no así en inglés. Por esa razón el odio es más fuerte en español que en inglés. Años ha, el hate mail era el third class junk (basura impresa que llegaba por correo ordinario). No sé cómo vamos a decir todo eso en español. A mí me llega normalmente el correo solicitado, pero también algunos emilios un tanto estrambóticos o extravagantes. El "correo extravagante" podría ser el hate mail. A veces puede resultar divertido. Solo cansa el exceso, más que nada por falta de tiempo. Por otra parte yo recibo mucho love mail, si se puede decir así.
 
Me entusiasma la sugerencia de José Luis Germán respecto a la traducción de sustained development por "desarrollo perdurable". Tiene toda la razón mi corresponsal. Lo de "desarrollo sostenible" canta mucho. A partir de hoy incorporo la nueva etiqueta de "desarrollo perdurable" a mis escritos. "Sostener" en castellano da una idea de soporte físico. En cambio, la noción de "perdurar" nos lleva a la sensación de persistir en el tiempo futuro. Ese aspecto dinámico es lo que interesa en el "desarrollo perdurable". Lo dicho, estos libertarios digitales son finísimos.
 
Don José Luis añade un comentario todavía más penetrante: "Por cierto, [don Amando], le ví un tanto desangelado en el programa "59 segundos" [de TVE], como si pasase de todo… ¿Estoy en lo cierto?". Algo de eso hay, mi querido observador. El lenguaje del cuerpo no traiciona. A veces, en los programas de tertulia, mi actitud es más la de contemplar extasiado a los otros tertulianos que la de hablar yo mismo. No es una actitud muy elegante por mi parte, pero tampoco soy muy consciente de ella.
 
Alex Waterhouse-Hayward (Vancouver, Canadá) es una de esas hyphenated persons (individuos con un nombre compuesto) que da siempre en el clavo. Me comenta algunas excelentes traducciones que dan los mexicanos a la jerga deportiva norteamericana. Por ejemplo, el fly ball del béisbol es el movimiento casi vertical de la pelota. Pero fly es también "bragueta". Así que fly ball se traduce como "braguetazo". Genial. Transmito a mi hyphenated Alex otra estupenda traducción. Los hispanos de Nueva York que yo conocí llamaban al welfare (organismo de asistencia social propenso a muchos derroches y trapacerías) la "güelfería".
 
Alfredo Pollán Hermida se pregunta: "¿Por qué los nacionalistas catalanes, que tanto incordian con los nombres vernáculos para los nombres geográficos (Lleida, Girona) luego utilizan expresiones como Catalonia is not Spain?". Muy sencillo, porque no solo aman a Cataluña sino que odian a España. Siempre me ha fascinado esa cuestión de por qué no solo amamos sino que odiamos. En el caso de "Catalonia" el inglés es un pretexto para no recurrir al idioma español. En 1981 estaba yo de catedrático en la Universidad de Barcelona. Fui a votar en las elecciones para rector de la Universidad. En el rectorado campaba un cartel de tamaño desmesurado: "Amando go home". Nadie quitó el cartel. Me sentí avergonzado. Así que me volví a mi casa.
 
Sobre la utilidad de conocer bien el sentido de los nombres geográficos, adelanto la referencia de un nuevo lexicón que acaba de salir: Roberto Faure Sabater,Diccionario de nombres geográficos y étnicos(Espasa). Resulta utilísimo.

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