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Eduardo Pedreño

2004, año para la esperanza

Tras la grave crisis de 2001 este año hemos visto al fin la luz al final del túnel

Resulta complicado resumir en un solo artículo todo lo que ha dado de sí el 2004, pero voy a intentar hacer un brevísimo resumen e intentar explicar porqué el año que cerramos ha sido el de la esperanza y ha abierto puertas a un nuevo ciclo expansivo de la innovación y la tecnología.
 
En primer lugar hay que decir que en el campo de la tecnología ha sido el año de la constatación de realidades empresariales que ya se oteaban años atrás. Una, la comoditización de la tecnología, puesta de manifiesto por noticias tan recientes como la venta del negocio del PC de IBM a Lenovo, que pone de manifiesto el declive en márgenes comerciales de una industria crucial en la década de los noventa. Dos, la creciente concentración de empresas en los entornos más competitivos, con la fusión de Oracle y Peoplesoft como principal abanderado y numerosas adquisiciones y fusiones en diveros sectores. Tres, la declinante estrella de los gigantes de la informática: Intel y Microsoft. Intel acaba el año sumido en una grave crisis y perdiendo cuota de mercado a manos llenas frente a AMD, una tendencia que puede acrecentarse en próximos ejercicios. Microsoft lo acaba sin tener nada claro como hacer frente a sus muchas amenazas y perdiendo permanentemente batallas frente al software libre (Linux en sistema operativo, OpenOffice en suite ofimática o Firefox en los navegadores son tres buenos ejemplos), batallas legales (tras perder el juicio antimonopolio con la Unión Europea) y batallas que cada vez está más lejos de ganar o liderar (como la de los buscadores frente a Google). Aunque todo esto no hace más que cosquillas al gigante del software lo cierto es que Microsoft sigue sin dar respuestas certeras a retos que le persiguen en los últimos años. Y la decadencia se gesta en estas batallas a largo plazo.
 
En segundo lugar está Internet, que en 2004 ha dado las habituales señales de robustez y crecimiento, pese a que en España sigamos atascados a la cola de Europa y el nuevo gobierno ya nos haya garantizado no mover un dedo para cambiar esa situación. El comercio electrónico a nivel mundial crece, la banda ancha se generaliza y poco a poco se va comprobando que realmente había mucho que esperar de la Red en el 99, aunque no era el momento de burbujas ni de histerias. Los cuatro trimestres consecutivos de beneficios de Amazon son una buena muestra de la salud del comercio electrónico, rubricada por otros como eBay, Yahoo o Google, y una larga lista de empresas más pequeñas en sectores nicho que demuestran que la Red como negocio tiene un enorme recorrido que no se supo aprovechar en sus momentos iniciales. La crisis puntocom es pasto del olvido, aunque dejó lecciones empresariales que no se deben dejar de lado.
 
Mención aparte merece Google, el gigante emergente de la Red, que ha protagonizado con mayúsculas el año no sólo en la capacidad de innovación y crecimiento y en el acierto y la mesura de su gestión empresarial, sino también en el apartado bursátil. La miniburbuja que vive la cotización de su acción es una recompensa –tal vez efímera pero merecida- a una gestión impecable y una correcta dosificación de sus inversiones. Sea lo que sea lo que Google prepara para el futuro está condenado a levantarnos de nuestros asientos y asombrarnos positivamente. Pese a que los retos son enormes el gigante de la Red conserva una imagen intachable entre los internautas.
 
Y en el campo más "cibersocial", un año más hay que felicitarse porque la sociedad en la Red ha seguido su rumbo al margen del dirigismo que algunos medios de antaño desearían para sí. Se podría decir que 2004 es el año del weblog, pero ya es el cuarto año del weblog. Tras la eclosión de 2001 los weblogs han ido ganando cada vez más espacio e influencia, cada vez hay más y sospecho que van a dar mucho de que hablar en los próximos años conforme se conviertan en microreferencias para audiencias o sectores. Este año han dado que hablar en política o periodismo, y han surgido nuevas innovaciones para gestionar weblogs que los hacen cada vez más fáciles y potentes de manejar.
 
En resumen, 2004, al menos en el campo de la tecnología e Internet, ha sido un año para la esperanza. Tras la grave crisis de 2001 este año hemos visto al fin la luz al final del túnel, lasstartupshan vuelto a renacer (sobre todo en Estados Unidos) y pese a que permanecen algunos nubarrones en el horizonte en general podemos esperar varios años de crecimiento y consolidación de todo lo que se ha sembrado en los últimos ocho años. Ya iba siendo hora.

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