El chupinazo no será el 7 de julio sino que se lanzó el 30 de diciembre. Ayer, por continuar con el símil sanferminero, el Gobierno de la Nación junto con todos los diputados del Partido Socialista iniciaron una desaforada carrera por la cuesta de Santo Domingo. La Fiesta ha dado comienzo y acabará como todas con el descabello. Lo malo es que en este caso, la descabellada es España y la puntilla la pondrán ETA, Ibarretxe, Carod Rovira y Maragall con el beneplácito de José Luis Rodríguez Zapatero.
El manso de nuestro particular inicio del jolgorio por antonomasia conocido mundialmente gracias a Hemingway, es el aparentemente dialogante lehendakari Juan José Ibarretxe seguido por el pelotón de atolondrados y aturdidos toros del Ejecutivo de ZP convencidos de que la carrera será rápida y limpia. Ya tienen fecha para la jornada de entrada en la plaza: el 17 de abril.
El presidente de ni siquiera la mitad de los vascos y vascas lleva ya recorrido un inicio de encierro magistral. Por ahora no ha hecho mas que llevarse el continuado aplauso de los suyos y de quienes le apoyan. Desde que sonó el chupinazo todo lo tenía calculado. O dos meses de negociación en la comisión constitucional debatiendo artículo por artículo el plan nacionalterrorista, con la propaganda que ello supondría o, si no colaba, largo pleno en el Parlamento español con aparatoso y ampuloso efectismo cargado de victimismo al por mayor.