Menú
Juan Manuel Rodríguez

La mirada del tigre... estresado

Esta Liga parecía empaquetada, sellada y entregada al remitente barcelonista, y de repente cabría la posibilidad de que eso no fuera realmente así. Y esa mera posibilidad es la que estresa al club catalán

Ya dije allá por el mes de noviembre que las miradas de los Rijkaard, Eto'o, Ronaldinho, Deco y compañía estaban inyectadas en sangre, eran miradas hambrientas y furiosas. Ellos querían para sí lo que ya habían conquistado los Zidane, Beckham, Ronaldo y Roberto Carlos, a quienes entonces comparaba con unos indefensos y abúlicos koalas. Al Real Madrid lo entrenaba por aquel entonces Mariano García Remón, un lindo gatito a quien habían introducido en una jaula con barrotes de oro, un encierro diseñado para un pavo real y no para aquel sorprendido minino que contemplaba absorto el estadio Santiago Bernabéu con los ojos como auténticos platos. No podía liderar el proyecto madridista, fuera este el que fuere, quien no sabía responder a una pregunta esencial: "¿qué habré hecho yo para merecerme todo esto que me está pasando?"...
 
El caso es que, tres meses y un entrenador después, el Real Madrid ha reducido la distancia que le llevaba el Barcelona hasta dejarla en la mínima expresión. Los culés aventajan a los merengues en cuatro puntos, o lo que es lo mismo: un partido y un día inspirado de Zidane. Y empieza a parecerme que la mirada aquel imponente tigre salvaje, la mirada del depredador que huele la "sangre deportiva" de su máximo rival histórico, se ha transformado en la mirada del tigre... estresado, la mirada del tigre de zoo que repite compulsivamente los mismos movimientos una y otra vez, y otra más, y otra. De repente empiezo a observar que lo que en principio constituía una clara ventaja (el ansia de títulos de una generación de futbolistas que aún no han conseguido nunca ninguno importante) podría convertirse en un verdadero problema. Esta Liga parecía empaquetada, sellada y entregada al remitente barcelonista, y de repente cabría la posibilidad de que eso no fuera realmente así. Y esa mera posibilidad es la que estresa al club catalán.
 
El Barcelona de Rijkaard, con las pinceladas del Sevilla y el Villarreal, ha practicado el mejor fútbol de la Liga española. Y el Real Madrid mientras tanto ha desaprovechado la primera vuelta del campeonato tratando de que el "caso Camacho" cicatrizara cuanto antes y dirimiendo en público lo que popularmente se conoció como el "fin de un ciclo". Ahora toca hablar de la Liga, y dentro de diez días lo haremos de la Champions, y parece que el Madrid está en disposición mental de luchar por ambos títulos. El Barça está tocado y la Juventus no atraviesa su mejor momento de forma. Habrá que esperar hasta la próxima jornada para graduarle la mirada al tigre si el Zaragoza (dolido por las últimas injusticias arbitrales) derrota al Barcelona y el Madrid es capaz de vencer al Osasuna en Pamplona.

En Deportes

    0
    comentarios