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Ignacio Villa

Peor imposible

¿cuáles son las razones por las que el Alto Comisionado no asistió en Sevilla al homenaje del matrimonio Jiménez Becerril? ¿Por qué no estuvo tampoco en el aniversario de Gregorio Ordóñez en San Sebastián?

La dedicación que el Alto Comisionado ha tenido para las víctimas del terrorismo ha dejado mucho que desear en pocos meses de funcionamiento. Gregorio Peces Barba ha puesto encima de la mesa lo peor del sectarismo y del enfrentamiento. En tiempo record ha conseguido dividir, enfrentar y etiquetar a las distintas asociaciones de víctimas. Algo que nunca había pasado. 
 
Ha sido suficiente este tiempo para confirmar que su cargo es una invención del presidente Zapatero pensando en sus habituales golpes de efecto. Pero en esta ocasión, además de salir mal el nombramiento, está consiguiendo sembrar "minas" donde antes había tranquilidad absoluta. Con Peces Barba ha llegado el desastre y, lo que es aún peor, ha conseguido empezar a destruir un bagaje de respeto y de reconocimiento social hacia las víctimas del terrorismo que se había construido entre todos durante los últimos años.
 
Las preferencias públicas –inexplicables– de Peces Barba hacia las Asociación de víctimas del 11 de marzo, la frialdad –indecente– hacia la AVT y las desafortunadas declaraciones en las que dijo que sólo acudiría a manifestaciones si se produjeran "víctimas nuevas", hacen de este señor un personaje inhabilitado para este cargo de invención presidencial.
 
Pero parece que el Alto Comisionado no tenía suficiente con todo esto. Ahora nos enteramos de que este jueves Peces Barba va a asistir en Vitoria a un homenaje a Fernando Buesa en el aniversario de su asesinato. ¡Bienvenido sea! Pero, dos preguntas: ¿cuáles son las razones por las que el Alto Comisionado no asistió en Sevilla al homenaje del matrimonio Jiménez Becerril? ¿Por qué no estuvo tampoco en el aniversario de Gregorio Ordóñez en San Sebastián?
 
Quiero pensar que han sido tantas las críticas y tantos los errores cometidos por Don Gregorio Peces, que alguien le ha pedido que rectifique. No quiero imaginarme que en esta "selección" de homenajes tenga que ver que Buesa perteneciera al Partido Socialista, mientras que los Jiménez Becerril y Ordóñez eran militantes y cargos del Partido Popular.
 
En fin, Peces Barba no lo ha podido hacer peor en menos tiempo. Pero lo más grave, lo más serio, lo más dañino en la actitud de este señor ha sido ese objetivo claro y diseñado de destruir todo lo construido por el bien de las víctimas. Parece que estábamos esperando a Zapatero y a Peces para la salvación. Y la realidad es lo contrario. Con Peces llegó el sectarismo.

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