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Ignacio Villa

Presidente, arriesgar no es ceder

El presidente del Gobierno lleva meses moviéndose en unos términos preocupantes, ha desaparecido de su dialéctica toda contundencia a la hora de hablar de los terroristas y su entorno

La detención en Valencia de dos etarras que estaban preparando un atentado de forma inminente nos devuelve una vez más a la dura realidad. La banda terrorista ETA está operativa y lo está con toda la crueldad posible. Ciertamente hay que felicitarse por la eficacia y el buen trabajo de las Fuerzas de Seguridad del Estado, pero preocupa el lenguaje ambiguo y dubitativo del Gobierno y de su presidente.
 
Nadie pone en duda la determinación de Rodríguez Zapatero por acabar con el terrorismo. Nadie pone en duda la condena del Jefe del Ejecutivo al terrorismo etarra. Pero se echa de menos una mayor claridad y una actitud más tajante a la hora de despejar las dudas sobre los posibles contactos con los terroristas. Y terroristas son los de ETA pero también los de Batasuna. Todos son lo mismo. No existe diferencia aunque algunos se empeñen en dibujar matices.
 
El presidente del Gobierno se ha descolgado este jueves con unas declaraciones diciendo que para afrontar el terrorismo hace falta "arriesgar". ¿Qué ha querido decir Zapatero con esta afirmación? Esperemos que no confunda el riesgo con la cesión, el coraje con la retirada o los principios con la ambigüedad. El presidente del Gobierno lleva meses moviéndose en unos términos preocupantes, ha desaparecido de su dialéctica toda contundencia a la hora de hablar de los terroristas y su entorno, ha enterrado la dureza con aquellos que siguen con la estrategia del terror.
 
Los contactos entre el Gobierno y los terroristas no han sido confirmados oficialmente, pero tampoco negados. Se juega una doble partida en la que se insiste en que "el escenario ha cambiado" o que "hay que avanzar en la paz ". La realidad es que esos contactos han existido o existen y que la banda terrorista ETA no ha dejado de actuar. Tres atentados -Guecho, Denia y Madrid- en menos de un mes, la intención de asesinar a tres políticos vascos y ahora las detenciones de Valencia. Demasiada actividad terrorista para insistir en ese concepto irresponsable utilizado por el ministro Sevilla cuando habló de "ruido" de los terroristas después del atentado de Guecho.
 
Zapatero habla de riesgo, pero no especifica más. Y eso encierra un peligro gravísimo. Un presidente del Gobierno -sea quién sea- no puede negociar bajo cuerda, mientras ETA sigue buscando el atentado. El objetivo final de acabar con el terrorismo es deseado por todos, pero con una condición: No a cualquier precio.

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