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Luis Pazos

Inflación y competitividad

En la actual economía globalizada, donde ya no hay fronteras para la mayoría de los productos, tener una inflación mayor a la de los competidores representa una seria desventaja en la fuerte lucha por ganar mercados

La inflación cero en enero en México llevó a pensar a algunos analistas que ya está lo suficientemente controlado ese fenómeno. Sostienen además que la lucha contra la inflación ha sido un obstáculo para crecer más. Bajar la inflación a cero en enero –afirman– se logró a costa de reducir la demanda de bienes y servicios, por lo que perjudicó al sector productivo.
 
Pero una baja inflación no significa necesariamente un menor crecimiento. China tiene una inflación inferior a la de México y ha logrado un mayor crecimiento. En 2004 la inflación en China fue de 2% y su crecimiento de 9,5%. En México la inflación el año pasado fue de 5,2% y el crecimiento de 4,2%, menos de la mitad que en China.
 
A través de lanzar más dinero a la circulación se puede incentivar temporalmente la demanda y lograr efímeros crecimientos, pero a costa de crear presiones inflacionarias y devaluacionistas que generan expectativas negativas, con el consiguiente aumento de la percepción de riesgo en el país y la salida de capitales.
 
En México, la inflación anualizada a enero del 2005, a pesar de que bajó a cero el mes pasado, es de 4,5%, todavía más alta que la de nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, donde fue de 3,3% en 2004 y casi el doble de la de China, nuestro principal competidor en el mercado norteamericano. La baja inflación china, y no sólo sus bajos salarios, ha sido determinante para que los productos chinos sean más competitivos que los mexicanos.
 
En la actual economía globalizada, donde ya no hay fronteras para la mayoría de los productos, tener una inflación mayor a la de los competidores representa una seria desventaja en la fuerte lucha por ganar mercados. Mantener una inflación mayor que la de Estados Unidos y China nos cuesta empleos y crecimiento. Actualmente es más el crecimiento que se pierde por tener una inflación mayor a la de nuestros socios y competidores que el fugaz crecimiento que podría incentivar la inflación.
 
A pesar de estos razonamientos, todavía hay quienes recomiendan relajar la lucha contra la inflación, en aras de ilusorios crecimientos, cuyas consecuencias reales ya las sufrimos en décadas recientes.
 
© AIPE
Luis Pazos es el director del Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa (México)

 

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