El presidente Zapatero ha salido del Debate sobre el Estado de la Nación tocado del ala. Es cierto que en su carrera política ha pasado por momentos complicados y luego ha tenido aguante para recuperarse; pero también lo es que esta vez es el primer tropezón serio desde que ha llegado a la Presidencia del Gobierno.
Comenzaba a pensar que era un ser diferente y superior a la media de la clase política. Y este Debate le hecho volver estrepitosamente al suelo de los mortales. El presidente del Gobierno ha salido escaldado entre tanto peloteo de sus colaboradores, tanta fantochada de sus socios parlamentarios y tanta adulación de los medios de comunicación adictos. Para empezar el revolcón dialéctico que le ha dado Rajoy ha servido para que Zapatero trague el polvo de la derrota.
Zapatero, con los pies en la tierra, deberá afrontar ahora dos situaciones críticas en las que él mismo nos ha metido. El presidente del Gobierno ha forzado tanto la cuerda que la cuerda se ha roto en la forma y en el fondo. Ciertamente el Pacto Antiterrorista estaba inutilizado por la actitud de Zapatero en el País Vasco, pero es que ahora ha sido el propio Jefe del Ejecutivo quién en sede parlamentaria ha triturado el espíritu y la letra de ese Pacto.
Además, después de dos días de Debate nos queda clara una cuestión. Zapatero es un barco a la deriva sin modelo nacional, dispuesto a ofrecer cualquier cosa a los separatistas para seguir en el poder, vendido a los caprichos de los republicanos catalanes y paralizado a la hora de ejercer la autoridad del presidente del Gobierno.
Este primer Debate de Zapatero nos deja a un presidente débil en la gestión, desorientado en los principios y vacío en los contenidos. Hemos visto a un Zapatero con menos recorrido del esperado. Con palabras y con sentimentalismos no se hace política, se fabrica imagen. Y la imagen al final se termina deteriorando. La realidad es que después de este Debate, la legislatura ha cambiado. Se acabó el mundo feliz de ZP. Desde ahora comienza la verdadera política. Las fábulas se quedan para las noches de insomnio.