EEUU ha dado un plazo de seis meses para que China revalúe. China se está poniendo de moda entre nuestros progres. Que un país de origen comunista progrese, refuta –según ellos– el fracaso del comunismo (una cosa que no entiendo es cómo han pasado de la socialdemocracia al marxismo puro y duro, pero pasemos). No se han dado cuenta que si China ha dejado de ser comunista, no por ello ha avanzado un paso hacia la democracia. Su progreso es muy cuestionable, y ya en otro artículo lo califiqué de neomercantilista: se basa, esencialmente, en una competitividad ficticia agresiva, de un tipo de cambio extremadamente devaluado y unos aranceles nada desdeñables. Que el tipo de cambio pegado al dólar que mantiene desde hace años no es lógico económicamente está claro en la ingente cantidad de reservas exteriores acumuladas. Según datos oficiales, las reservas han pasado de 139 millones de dólares en 2003 a 619 millones de dólares en 2004. En cualquier país mínimamente libre, esto hubiera causado presiones alcistas de precios y salarios enormes, pues los incrementos de reservas llevan ineluctablemente a un más que proporcional aumento de la oferta monetaria. Que no se haya producido esto no es un milagro, sino un signo del grado de totalitarismo que es ese régimen: tienen tan controlados a sus súbditos (que no ciudadanos), que no hay mercados: ni interbancarios, ni financieros, ni de ninguna clase. Puro dirigismo que decide quién tiene divisas, en qué las usa, etc. Que en los polos de crecimiento haya nuevos ricos y apariencia de capitalismo no es más que eso: apariencia dirigida desde el poder.
Esto me lleva a otra consideración: la fiabilidad de sus estadísticas y sus informes. ¿Sabe alguien que los periódicos informes sobre China por el artículo IV del FMI, son secretos y no se publican? Me pregunto si eso es legal, por cierto.
No nos engañemos: El gobierno Chino no ama la democracia, es totalitario y es terriblemente militarista-nacionalista. Nuestros progres, por lo visto, ya no son ni demócratas.
