Menú
Encarna Jiménez

Ángeles y demonios en Telecinco

Javier Sardá pronto tendrá vacaciones, pero los directivos de Telecinco tienen que resolver unos cuantos asuntos espinosos antes de que llegue el verano, porque alguna responsabilidad tendrá en el disparate que vemos a diario

Telecinco tiene abiertos dos frentes de cierto calado: El cambio en sus informativos, por el estancamiento en la audiencia desde hace varios años, y las demandas relacionadas con programas de cotilleo y vísceras que son muy rentables para la cadena hasta que empiezan a dar problemas serios.
 
Desde hace un tiempo se venía hablando de la sustitución de Angels Barceló al frente del telediario de la noche. Tras ocho años de su fichaje, ella no había cuajado. Los informativos de Telecinco tenían predicamento, sobre todo en entre la izquierda, pero no conseguían superar a Antena 3 y TVE. El lenguaje duro y distante de la periodista catalana parece que tenía un tope de aceptación. A pesar de llevar un tiempo considerable en la cadena nacional, no resultaba tan familiar como Matías Prats ni era una referencia como Ana Blanco.
 
Hace unas semanas, los estilistas empezaron a darle un poco de aire a su melena, pero lo que ha ocurrido es que, en vísperas de verano, la peluquería ha dado paso a la cancelación del contrato. Angels Barceló vuelve a TV3, la autonómica catalana, a dirigir un programa semanal a partir de Septiembre y Juan Pedro Valentín, director de informativos, se hace cargo de las noticias de las 20.30 para ver si consigue acercarse a la media de audiencia de Telecinco, que este año le ha valido ser líder. Parece que no va a haber revolución en los informativos. Seguirá Hilario Pino y Olmeda, pero la asignatura pendiente de avanzar en el terreno de las noticias está bastante complicada.
 
Telecinco ha podido dar alguna campanada en la información, pero el repique principal que le procura los mayores índices de audiencia está relacionado con “Aquí hay tomate” o “Salsa rosa” y, últimamente, con las denuncias de la familia de Lola Flores por “TNT” y “La pasión de Lola” y la de Albano contra Lydia Lozano. Telecinco ha jugado muy fuerte con este tipo de programas y, también, ha abusado de unas voces en “off” en “Aquí hay tomate” que retuercen la información “rosa” hasta convertirla en pura tergiversación maledicente. La cadena tiene que ver cómo consigue meter en vereda unos programas que le proporcionan pingües beneficios, pero que, en estos momentos, la sitúan en el punto de mira de los abogados de sus “víctimas” y le proporcionan una corriente de opinión negativa alentada por las cadenas de la competencia, especialmente, Antena 3.
 
Javier Sardá pronto tendrá vacaciones, pero los directivos de Telecinco tienen que resolver unos cuantos asuntos espinosos antes de que llegue el verano, porque alguna responsabilidad tendrá en el disparate que vemos a diario. Por mucho que aten los contratos con productoras y particulares que intervienen previo pago en el circo “rosa”, la cadena no puede desentenderse de una situación que puede aguarle la fiesta de un balance económico que no ha parado de darles alegrías a sus dueños en el último año.

En Sociedad

    0
    comentarios