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Juan Manuel Rodríguez

A vueltas con el "informe no vinculante"

Aunque el "6-J" nuestro "lobby amable" se vuelva con el rabo entre las piernas, yo creo que Madrid habrá cumplido con creces. La candidatura española consiguió sobrevivir a la picadura de las víboras nacionales e internacionales

Resulta ciertamente enternecedor el optimismo que, al respecto de las posibilidades que aún conserva Madrid de organizar los Juegos del año 2012, mantienen algunos colegas míos de profesión. A mí el famoso "informe no vinculante" de la Comisión de Evaluación se me antoja casi definitivo, pero si hay que mantener la ilusión hasta el final pues se mantiene. Lo que sí me parece mosqueante es que el "lunes de autos", nada más conocer el contenido del "informe no vinculante", el alcalde Gallardón diga que "Madrid está más cerca de convertirse en sede olímpica", y el martes, tan sólo veinticuatro horas más tarde, los responsables de la candidatura española acusen a los "trece hombres sin piedad" del COI de cierto "favoritismo" hacia París...
 
Óigame, ¿qué hacemos?... ¿nos preocupamos o no nos preocupamos? ¿Y no habíamos quedado en que no importaba el dichoso informe?... Si resulta que no es vinculante, ¿para qué inquietarse?... Y si al final, como realmente pienso yo, el informe sí orientará decisivamente el voto de los miembros del COI, ¿para qué inquietarse?... Otra cosa es que servidor no comprenda exactamente el sentido que pueda tener un informe que en el futuro no va a vincular a nadie... ¿Para qué lo hacen público entonces? ¿No sería mucho más sencillo y bastante más limpio emitir un juicio definitivo el próximo 6 de julio?... ¡Pues menuda birria de informe!
 
Aunque el "6-J" nuestro "lobby amable" se vuelva con el rabo entre las piernas, yo creo que Madrid habrá cumplido con creces. La candidatura española consiguió sobrevivir a la picadura de las víboras nacionales e internacionales. No nos engañemos. El 22 de enero de 1999, Juan Antonio Samaranch, por aquel entonces presidente del COI, decía lo siguiente: "Sé que había corrupción, pero no pudimos cambiar el sistema". Ni lo cambiarán. Luego llegó lo de René Essomba. Y después lo de Un Yong Kim. Y más tarde lo de Ivan Slavkov, quien dividió en dos grupos a los miembros del COI: "interesados en el deporte" y "hombres de negocios". Y el porcentaje de los primeros iba menguando a pasos agigantados. En este negocio de los Juegos Olímpicos uno no puede exhibir un "lobby amable" porque luego pasa lo que pasa. Ojalá me equivoque. Ojalá Shakira les aturda también a ellos. Quiero recuperar el optimismo perdido. Quiero soñar con un mundo mejor.

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