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Ignacio Villa

Nos está mintiendo

Ya veremos en que queda todo, pero lo que parece claro con esta iniciativa legal es que los batasunos de las tierras vascas están en sus escaños de Vitoria gracias a Zapatero.

El mes de junio para Zapatero fue un mes muy complicado. Tres manifestaciones multitudinarias fueron la más clara escenificación del divorcio del Gobierno con los intereses y preocupaciones de los ciudadanos. No obstante, es cierto que el resultado raspado de Galicia supuso un alivio para un Gobierno socialista que entró en el mes de julio tambaleante y dubitativo.
 
Y por el momento en julio ha recibido dos golpes a cada cual más duro. Primero los atentados de Londres que han dejado al descubierto la forma tan rastrera que tiene el PSOE de hacer política, en la que vale todo y en la que el terrorismo se utiliza de la forma más partidista posible. Además, por si eso fuera poco, el Gobierno se ha encontrado de bruces con la decisión de la Audiencia Nacional de aceptar a trámite la querella contra los batasunos de las tierras vascas por su conexión con el entramado etarra. Algo demostrado después de varios informes de las Fuerzas de Seguridad del Estado en los que se recogían decenas de pruebas que así lo explicaban.
 
El presidente Zapatero, el ministro López Aguilar y el Fiscal General del Estado han preferido mirar hacia otra parte durante semanas. Se han quitado de en medio como si nadie en España fuera capaz de discurrir por su cuenta y, lo que es más grave, han caído en una inacción que ha llevado a los terroristas a sentarse en el Parlamento de Vitoria. Desde el Gobierno nos han intentado explicar que no se puede ilegalizar "sin más" a un partido político, llegando incluso a predicar las bondades de los comunistas de las tierras vascas. Pero lo que era evidente para todos menos para el Gobierno ya está aquí. Los trámites de la Audiencia Nacional han comenzado. Ya veremos en que queda todo, pero lo que parece claro con esta iniciativa legal es que los batasunos de las tierras vascas están en sus escaños de Vitoria gracias a Zapatero.
 
Esta decisión judicial podía haber sido promovida por el Gobierno antes de las elecciones vascas y esa penosa presencia parlamentaria se habría evitado. Dicho lo cual, la pregunta vuelve a saltar: ¿Hay pactos de algún tipo entre el Gobierno y los terroristas de Batasuna? ¿Han decidido las dos partes algún tipo de calendario para las cesiones del Ejecutivo? ¿Qué acuerdos secretos hay para que el PCTV se hayan presentado a las elecciones? La decisión de la Audiencia Nacional es algo más que un varapalo para Zapatero. Es la prueba más evidente de que nos está mintiendo.

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