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GEES

Los ejes de Zapatero

Por fastidiar al gobierno de George Bush el socialista radical de izquierdas Rodríguez Zapatero, presidente de España, no le importa en absoluto codearse con la elite de los dictadores mundiales

La política exterior de José Luis Rodríguez Zapatero está marcada por ser una política de ejes que el paso de los meses va aclarando. Inicialmente, el presidente socialista quiso hacer creer a los españoles que lo suyo era una vuelta al corazón maduro de Europa y que dicha opción se expresaba por colocarse como apéndice de la alianza franco-alemana, en un eje norte sur Berlín-Paris-Madrid. Eje, dicho sea de paso, más fantasioso que real como el tiempo se encargaría de revelar, dejando de manifiesto que en ese peculiar tripartito, Madrid siempre quedaba muy abajo. De hecho, el eje se limita a París-Madrid-Rabat, nada de Centroeuropa.
 
Ahora, con su visita y asombro ante las proezas chinas, Rodríguez Zapatero ha generado un nuevo eje, ésta vez Este-Oeste: el eje La Habana-Madrid-Pekín. Hay quien atribuye las loas del presidente del ejecutivo español a China por puro seguidismo a la política de Chirac, gran aliado comercial de los chinos comunistas y quien espera todavía hacer grandes negocios en tierras de oriente. Pero, en realidad, hay algo más profundo aunque el propio ZP lo ignore: lo que ha venido tejiendo en sus 15 meses de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero es un intento de luchar contra la hegemonía norteamericana, uniéndose o alimentando cuantos esfuerzos pudieran ponerse sobre el tapete para combatir la era unipolar en la que le ha tocado desempeñar su cargo y vivir. Esa es la única constante, abierta u oculta, con la que cuenta la acción exterior del gobierno socialista español. Los americanos puede que todavía no se hayan enterado del todo. O que se nieguen a admitirlo, pero es así.
 
Por fastidiar al gobierno de George Bush el socialista radical de izquierdas Rodríguez Zapatero, presidente de España, no le importa en absoluto codearse con la elite de los dictadores mundiales, desde Castro y Chávez a la gerontocracia dictatorial pekinesa. Aún más, gente que siempre se ha opuesto al negocio de las armas, ahora se muestra entusiasta por vendérselas a estos dictadores sin pega alguna. Chávez ya lo sabe y ahora le toca el turno a China. ZP aspira a cambar la política de la UE y poder levantar el embargo de armas impuesto a China como represalia tras los sangrientos sucesos de Tiananmen. ZP cree que como ya lo ha logrado respecto a Cuba, también en esta ocasión podrá obtenerlo de sus socios europeos. Pero, ¿qué dirán sus socios parlamentarios por estas tierras dejadas de la mano de Dios?, ¿qué habrían chillado los Llamazares de turno, o los Puicercos o Roviras si el gobierno del PP hubiera propiciado la venta de armas a la China comunista? Ahora se callarán porque preferirán poder exprimir un poquito más, con su silencio como precio, al ciudadano Zapatero.
 
Ojo, que luego vendrá defender la anexión de la democracia tawainesa por la China dictatorial. Y si no, al tiempo.

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