Menú
Guillermo Rodríguez

¿De verdad nos hemos vuelto tan raros?

Los europeos, por muchos estudios que se elaboren, leen más prensa y revistas. Y por supuesto escuchan más música y se relacionan más.

Al igual que le sucede a Enrique Dans, yo tampoco me veo reflejado en el el perfil que dibuja el último estudio elaborado por la compañía Nielsen//NetRatings. Desde que navego por Internet leo más revistas y periódicos, leo más libros y siento que mis relaciones "interpersonales" con mis compañeros de trabajo se acrecientan. Realmente no sabría decir si, desde que dispongo de acceso a Internet, hablo más o menos por teléfono. Juraría que lo mismo. En cualquier caso creo recordar que jamás he dejado de descolgar el teléfono porque me encontrara delante del ordenador. Incluso creo suponer que, desde la aparición de Skype, he realizado más llamadas innecesarias (es lo que tiene que sea gratuito), pero llamadas, al fin y al cabo.
 
Esas son mis circunstancias personales. Pero, en cualquier caso, me niego a creer muchos de los asertos que presenta de forma generalizada el estudio. Según éste, entre las actividades más afectadas por la "internetmanía" –términos como éste deberían estar prohibidos y dice más bien poco en favor del informe– destaca la lectura de prensa y de revistas, con una caída del 24 y el 20 por ciento, respectivamente. Simplemente no me lo creo. No puedo imaginar que un lector habitual de prensa haya dejado de ojearla porque navega por Internet. Sí pienso, por el contrario, que miles de usuarios que jamás comprarían un periódico acceden a las versiones digitales. Y eso, hasta donde alcanza mi entender, también es leer. Tal vez todo se deba a un desliz de la nota de Nielsen, que no incluyó "de papel" cuando hacía referencia a la caída en los índices de lectura de periódicos y revistas. Dice la primera entrada del diccionario de la RAE que leer es "Pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados". En ningún momento alude al soporte sobre el que se lee.
 
Pero sobre todo existe un punto negro que, desde mi punto de vista, resta credibilidad al estudio. Sostiene de forma sorpresiva que Internet ha fomentado la caída en la audición de música. Eso, permítanme que les diga, no sé lo cree ni Teddy Bautista, que ya es no creer. Más bien sucede todo lo contrario, ¿o es necesario hablar una vez más de la revolución que ha causado la Red en el sector musical?
 
Los europeos, por muchos estudios que se elaboren, leen más prensa y revistas. Y por supuesto escuchan más música y se relacionan más. ¿Acaso utilizar un programa de mensajería instantánea no es relacionarse? De una forma distinta a la tradicional, pero es iniciar o mantener un contacto con otra persona.
 
Por no afectar, Internet no afecta ni al tiempo que se pasa escuchando la radio, al contrario de lo que sostiene el estudio. Debe tenerse en cuenta que ésta se escucha fundamentalmente mientras se están llevando a cabo otras tareas, como limpiar la casa, soportar un atasco, ducharse o, incluso aquellos que pueden, trabajar. Por eso Internet no incide (o siendo modestos, no debería incidir) sobre sus resultados.
 
Sólo estoy de acuerdo con el dato de que la Red quita tiempo a la televisión. Ahora sí; en el futuro lo dudo. Y es que mucha de la televisión que consumiremos nos llegará, precisamente, vía Internet.
 

No creo que sean necesarios estudios de estas características para remarcar la 'revolución' que ha causado Internet desde su aparición y posterior boom. A estas alturas de la película prefiero creer que la Red se sabe vender por sí sola.

Contacte con Guillermo Rodríguez

En Tecnociencia

    0
    comentarios