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Amando de Miguel

El que tiene boca se equivoca

Isabel Campos Miró solicita el certificado de validez para la expresión “ambos dos”. Aunque la escriban así distinguidos académicos (véase el Diccionario de dudas de Seco), es una expresión malsonante. Todavía la hay peor: “ambos tres”. Considero que es una variante del barroquismo español, la reduplicación de palabras. Por ejemplo, “de modo y manera”, “única y exclusivamente”.
 
Confesaba yo mis dudas sobre si se dice “vigésimo séptima asamblea” o “vigésima séptima asamblea”. Me inclinaba por la primera. Gran error. Me lo indica amablemente María Almodóvar Picón. (¿Será descendiente del gran novelista Jacinto Octavio Picón?). Así pues, es “vigésima séptima asamblea”. Sigo con mi conseja, a partir del número 20 (a veces del 10) lo mejor es pasarse a los cardinales. Así habrá menos errores. Para mí que los ordinales a partir de 20 los hizo algún dómine avinagrado para sufrimiento de los alumnos.
 
José Mª Navia-Osorio me corrige la denominación de los tiempos verbales tal como él lo aprendió en la escuela. Coincide con mi memoria remota:
 
Pretérito indefinido: amé
Pretérito perfecto: he amado
Pretérito imperfecto: amaba
 
Está muy claro. Me temo que ahora se llaman de otra forma. De paso me comunica don José Mª un precedente del famoso “ostentóreo” de Jesús Gil. Esta es una señora de Grado (Asturias) que, cuando no había visto ni oído una cosa, decía: “no lo he oísto”. Debería ir al capítulo de trabucazos, pero está a rebosar.
 
Ismael Barba García (Valladolid) me corrige. Decía yo que no existe la expresión “hacer de menos”. Pero el de Valladolid la encontró. Hacer de menos es tanto como menospreciar a alguien, no tenerlo en cuenta, no darle importancia. Lo escribiré cien veces.
Son varios los libertarios finísimos que me han detectado una abominable errata. Cito, por ejemplo, a Fidel Argudo y Miguel Fraile. Donde digo “sinopsis entre las neuronas” debe decir “sinapsis”, claro está. La verdad es que sinapsis es una de mis palabras favoritas. En este corralillo la he debido de emplear algunas veces. La tengo apuntada en la lista de las palabras que se me olvidan. Otro día les hablaré de esa curiosa lista. Felipe Trigo tenía también la suya. Por cierto, estoy escribiendo una cosa sobre Felipe Trigo y no encuentro muchos datos biográficos sobre el novelista extremeño. ¿Algún libertario podría enviarme algunos? Se lo agradecería infinito.
 
Gonzalo Elía (Tarragona) me saca los colores. Dije aquí que Gaudí no había estudiado Arquitectura, pero don Gonzalo me recuerda que el genial arquitecto reusense obtuvo el título de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona en 1878. El mismo dato lo confirma Jaime García-Pelayo y Gross (Algeciras, Cádiz). Pido perdón por mi falta. Quizá quise decir que Ricard Bofill no estudió Arquitectura de una manera regular. Creo que tampoco Le Corbusier estudió regularmente Arquitectura. El famoso astrónomo Edwin Hubble se ganó la vida como abogado. Mi idea es que muchos grandes creadores en las ciencias o las artes lo son con cierta independencia de los estudios recibidos.
 
Pablo Duque me corrige lo de la ciudad de Spä como origen del tratamiento hídrico placentero (el ya famoso SPA). Dice don Pablo que, si le quitamos la diéresis, Spä debería escribirse Spae, así como Loewe es Löwe (= león) sin diéresis. Todos los días se aprende alguna cosica.
 
León Zeldis Mandel (Israel) detecta un error en lo que yo decía sobre la singularidad del húngaro. Afirma don León, con fundamento, que el húngaro se relaciona con el finlandés, y el estoniano a través del tronco ugrofinés. Se agradece la corrección fraterna. Me la han hecho llegar unos cuantos libertarios. De todas maneras, Ricardo Carrasco sostiene que un húngaro y un finlandés apenas se entienden.
 
Josepe (Jose P. García) me escribe para apoyarme en mis logomaquias con algunos libertarios intransigentes. Don Josepe es profesor de Ingeniería Industrial y enseña a sus alumnos que las frases deben acortarse al máximo. Por ejemplo, acepta mi regla de las 30 palabras, elimina todo lo que puede las oraciones subordinadas y prescinde del “es decir”. Hombre, lo de suprimir el “es decir” me parece demasiada poda. Es una muletilla que viene muy bien para dar una necesaria humildad a los argumentos. No significa que “lo anterior está mal escrito” ─como supone el fino de don Josepe─ sino que la frase anterior necesita una forma suavizada. Recuérdese que el idioma español tiende a ser un guiso un tanto pesadote. No está mal que lo aderecemos un poco con alguna guarnición ligera; la berza del cocido, vaya.

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