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Ignacio Villa

Zapatero, un hombre sin visión de Estado

Con esta situación, no se entienden las razones por las que Zapatero no ha buscado, al menos, un acuerdo parlamentario sobre esa reforma necesaria

El nacimiento de la Infanta Leonor ha supuesto, sin duda, el eslabón necesario para la pervivencia de la Monarquía después del Príncipe Felipe. Lastima que en esta ocasión, el presidente Zapatero no haya estado a la altura de las circunstancias; en un momento en el que simplemente hacía falta tener una mínima visión de Estado de la que definitivamente ha renunciado.
 
Existe un consenso general desde hace tiempo en que la Constitución debe ser reformada en el punto en el que hace referencia a la preferencia de hombre sobre mujer a la hora de marcar la línea de sucesión al trono. Ese consenso, además, no ofrece ninguna duda entre el Partido Socialista y el Partido Popular. Con esta situación, no se entienden las razones por las que Zapatero no ha buscado, al menos, un acuerdo parlamentario sobre esa reforma necesaria.
 
Es verdad que cualquier reforma de la Constitución requiere la disolución de las Cortes y un referéndum posterior; pero también es cierto que desde el Gobierno se había podido promover un acuerdo parlamentario por el que se acordaba esa reforma constitucional a la espera de la disolución y de la consulta posterior.
 
¿Qué razones han llevado a Zapatero a no tomar esa medida? Es difícil conocerlas todas en alguien que se mueve en la irresponsabilidad, pero lo que queda clara es la nula visión de hombre de Estado del presidente del Gobierno. Si ese acuerdo parlamentario se hubiera alcanzado se evitarían dos cuestiones. Por un lado abrir inútilmente una polémica sobre algo que no necesita mucha discusión; por otro lado se evitaría futuros problemas sobre reivindicaciones dinásticas por una reforma constitucional realizada por encargo.
 
Es difícil entender esta actitud del Ejecutivo. Esperemos que el motivo no sea, sin más, la necesidad de pactar con el Partido Popular. Y es que, en este sentido, no hay que olvidarse que Esquerra Republicana tiene firmado con los socialistas un acuerdo por el que no pueden pactar con los populares en esta legislatura, con la advertencia de romper los apoyos parlamentarios en caso de producirse esos acuerdos. En fin, una vez más Zapatero da prioridad a su propia supervivencia política que al bien general. Y estén seguros que no será la única.

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