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Juan Manuel Rodríguez

Samuel Eto'o, el Luis Figo de 2002

Florentino Pérez quiere evitar como sea que se repita en el estadio Santiago Bernabéu algo parecido a lo que aconteció el 23 de noviembre de 2002 en el Nou Camp

El Real Madrid pondrá en funcionamiento ante el Barcelona lo que, muy atinadamente, Carlos Carbajosa acaba de bautizar en El Mundo como la "operación anticochinillo". Florentino Pérez quiere evitar como sea que se repita en el estadio Santiago Bernabéu algo parecido a lo que aconteció el 23 de noviembre de 2002 en el Nou Camp, cuando la irrupción de Luis Figo vistiendo la camiseta merengue provocó el estallido de la afición culé. En aquella ocasión, sin embargo, la intervención de Joan Gaspart, ascendido ahora por Ángel María Villar hasta la vicepresidencia de la Federación Española de Fútbol, resultó esencial para que todo terminara en una auténtica batalla campal.
 
Gaspart se puso a apagar el fuego echándole encima todas las latas de gasolina que pudo y el césped, claro, acabó plagado de teléfonos móviles, botellas de vidrio, pelotas de golf e incluso la cabeza de un cochinillo. Recuerdo que yo presentaba "El Tirachinas" de aquella noche alucinante y, cuando Gaspart habló de la provocación de Figo por cometer la "osadía" de querer tirar los corners de su equipo, no pude por menos que llevarme las manos a la cabeza. Ahora Samuel Eto'o, que insultó gravemente al Real Madrid, se ha convertido en el Figo de aquel año 2002, y Florentino no quiere que el asunto se le desmadre.
 
Es curioso que el mejicano Márquez diga que ellos no deben caer en este tipo de provocaciones. ¿Qué provocaciones ni qué niño muerto?... A Iván Helguera le preguntaron el otro día sobre la cuestión y él se limitó a decir que a Eto'o le recibirían como recibieron en su día a Figo. Luego elMarcarealizó una encuesta entre sus lectores y la conclusión es que los socios madridistas quieren un poco más a Zinedine Zidane que al camerunés, pero... ¿acaso pretendían otra cosa?... A la directiva del Real Madrid no se le puede pedir más. Ha puesto todas las soluciones que tiene a su alcance. Ojalá las cosas no vayan más allá de lo estrictamente deportivo pero, en cualquier caso, el ejemplo de la Federación no resulta demasiado edificante. No sólo no cerraron el Nou Camp después de aquello sino que, en el colmo de la desfachatez, ascendieron al pirómano hasta la vicepresidencia de Relaciones Internacionales e institucionales de la Federación. El consuelo que nos queda es que, por lo menos, el pirómano prende fuego ahora fuera de España.

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