Conociendo el percal, yo creo que nadie se habría llevado las manos a la cabeza si el pasado 6 de julio, tras la votación que el Comité Olímpico Internacional llevó a cabo en Singapur, hubiera salido elegida Bairiki, capital de Kiribati, como ciudad organizadora de los Juegos de 2012. O Lome, capital de Togo. O Paramaribo, capital de Surinam. La decisión del COI fue, dentro de lo que cabe, bastante razonable. Al fin y al cabo Londres sí era una de las cinco ciudades candidatas. Virtual, pero candidata. No así Bairiki. Aunque vuelvo a insistir en que si el francófono Jacques Rogge, tras haber sido oportunamente apretados todos los botones rojos del mundo, hubiera cantado bingo, no creo que nadie se hubiera llevado las manos a la cabeza."¡Paramaribi!"... "¡Han cantado líneaaa!"... "¿Alguna línea más?"... "¡Bairiki!"... "¡Han cantado bingooo!"...
A ver si soy capaz de explicarlo bien. El israelí Alex Gilady apuntó directamente a su colega griego Lambis Nikolaou como el máximo responsable de que Madrid no hubiera alcanzado, junto a Londres, la finalísima de la OTI olímpica. Gilady dijo que Nikolaou había votado por París cuando, en realidad, quería hacerlo a favor de Madrid. Un error que, en caso de haberse producido así, habría supuesto un irreversible perjuicio para la capital española. La actitud del griego ante una acusación tan grave como aquella fue el silencio más absoluto. No dijo ni mu el griego. Pero ha llegado el Día de los Santos Inocentes y Nikolaou no sólo ha desmentido rotundamente a Gilady sino que ha dicho que él ni siquiera votó aquel día. ¿Y para qué viajó entonces? No entiendo nada.
Pero la historia no acaba ahí. Ahora el israelí afirma que está convencido de que él no acusó nunca a Gilady. La pregunta, por lo tanto, es la siguiente:¿qué bebida les servirían aquel día los responsables del hotel Raffles a los ciento cuatro miembros del Comité Olímpico Internacional? Una cosa les diré, zarzaparrilla no era. Ni tampoco biofrutas Pascual. Por eso Bairiki se quedó sólo a un pasito de convertirse en la ciudad organizadora de los Juegos de 2012. Y ellos sin saberlo, oiga.