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Agapito Maestre

Bolivia en Madrid

los políticos que se reunirán el día 4 de enero en la Moncloa saben de esta realidad, pero preferirán hablar de sus cuates revolucionarios y de cómo encarar una política exterior de gestos huecos, por ejemplo, indigenismo y alianza de civilizaciones, para

Día 1 de enero de 2006. Pongo la radio y sale una emisora boliviana. Emite desde Madrid. El locutor tiene un marcado acento boliviano. La música y todos los anuncios se refieren a Bolivia en Madrid. Supongo que lo mismo pasará en Valencia, Barcelona y otras tantas ciudades de España. Entre todas las cuñas publicitarias destaca la referida al locutorio Los Andes, sito en la calle del Amor Hermoso, junto a la boca del metro de Usera, que ofrece su intermediación para que llegue de forma rápida y segura el dinero desde España a Bolivia. Miles y miles de ciudadanos bolivianos residentes en España utilizan este tipo de agencias para enviar sus remesas de dinero a Bolivia. ¿Cómo viviría Bolivia sin estas remesas procedentes no sólo de España sino también de otros países de Europa y EEUU? Quizá sea esta una de las claves para entender Bolivia, sobre todo para comprender la supervivencia de una de las sociedades más pobres de Hispanoamérica.

Pero, por fortuna, no todos los anuncios que salen de la emisión de radio miran a la Bolivia del otro lado del Atlántico. También hay anuncios para la Bolivia de España. Abundan los anuncios de restaurantes, tiendas y discotecas con productos típicos de Bolivia, hasta se anuncia el nombre de una cerveza famosa importada de Bolivia. Detrás del nombre de cada establecimiento se nos indica con precisión su ubicación en la ciudad, en Madrid, por ejemplo, “La perla boliviana” en la calle Jesús, esquina con la de Madroño, en el barrio de Usera; el Rincón Chaqueño en el Paseo de las Delicias, al lado del metro de Palos de la Frontera; la Llana en Vallecas, a 200 metros del metro Portazgo. Y así, como el que no quiere la cosa, he oído otros tantos anuncios que me descubrían acentos, costumbres, músicas, ideas y creencias de Bolivia, diseminados, o mejor, integrados en un ciudad abierta y cosmopolita como Madrid. Por supuesto, en ese reclamo al consumo, al comercio, a vivir, al fin, en España, hallamos otra clave para comprender los cambios en la vida cotidiana de los españoles. Sigo oyendo la emisora otro buen rato y concluyo que todo es, naturalmente, Bolivia en Madrid. Los nueve Departamentos en que está dividida Bolivia están en España. Gentes nacidas en esos nueve Departamentos viven hoy en España. Bolivianos de esos nueve Departamentos trabajan en España. Sin embargo, no hay ni una sola mención a la visita del presidente electo, Evo Morales, a Madrid el día 4 de enero. ¿Se habrán sacudido los bolivianos residentes en España el peso muerto de unos políticos que les han obligado a emigrar?, ¿habrán conseguido los inmigrantes bolivianos desembarazarse de sus compromisos sociopolíticos para centrarse en sus asuntos individuales?
 
Sin duda alguna, los políticos que se reunirán el día 4 de enero en la Moncloa saben de esta realidad, pero preferirán hablar de sus cuates revolucionarios y de cómo encarar una política exterior de gestos huecos, por ejemplo, indigenismo y alianza de civilizaciones, para solaz de la indigente izquierda mundial antes que resolver los concretos problemas de los ciudadanos bolivianos en España y Bolivia.

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