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Aurelio Alonso Cortés

La moral del "vacilón"

No siga tratando a los del Islam como quien teme su bofetada ya que al final la recibirá, y además en nuestra cara.

Han quemado la bandera de España. Aunque La Moncloa no lo entienda nos duele a los españoles. Ocurrió el lunes en la ciudad iraquí de Kut, al sureste de Irak, a manos de quienes protestaban por la publicación de las caricaturas de Mahoma. Lo mostró la televisión Al Yazira, altavoz supongo de Ben Laden.

No reparte los evidentes riesgos el que nuestra enseña fuera acompañada en la hoguera por las de Dinamarca, Noruega, y Alemania. En esto no hay prorrateo. Ya estamos, pues, otra vez en Irak. Poco importa que sea simbólicamente. Y lo quiera o no el presidente Rodríguez que dio el grito de "maricón el último" para la fuga al llegar a La Moncloa. Las declaraciones de condena de nuestros próceres políticos han sido melifluas. Se han justificado en la emoción o incluso la moral o, mejor dicho, la doble moral. La cara para los del Magreb y la cruz para los cristianos que de ella viene su nombre. Nada sobre la quema de embajadas; ¿ha pasado realmente o lo inventa Al Yazira?

Para el del Parlamento europeo, José Borrell, si las caricaturas "se hubieran publicado haciendo referencia al cristianismo habrían provocado también una emoción considerable". El presidente Rodríguez salió a la palestra mediante un artículo en el Herald Tribune al alimón con el presidente turco Erdogan. ¿Salió en compañía por no atreverse a salir solito, o para promocionar su Alianza de Civilizaciones como socio del turco? "La publicación de estas caricaturas –afirmaban a dúo– puede ser perfectamente legal, pero no indiferente por lo que debería ser rechazada desde un punto de vista moral y político". ¿De qué moral habla Rodríguez? Puede que de la coránica a la que subvenciona profesores y mezquitas.

El y Borrell parecen olvidar las ofensas propinadas a los católicos españoles sin que mueva un dedo ese domestico Fiscal del reino, látigo de compañeros. ¿Recordarán ambos lo del Canal Plus televisión –hoy "la cuatro"– que pasó el video asando a Cristo en un microondas? ¿Fue en Madrid donde un teatro representó el folletín "Me cago en Dios"(con perdón) o donde esta misma semana otro tugurio teatral muestra al actual Papa riéndose de su predecesor, y escupe amenazas e invita a la apostasía? A los católicos por supuesto.

El presidente Rodríguez –que por ahora es el de todos los españoles– con su política de tender la mano sin mirar a quien nos puede involucrar en grandes conflictos. No para defender banderas y embajadas que representan a países de la Unión Europea –hechos que ni siquiera ha citado– , sino más bien para proteger su famosa alianza.

¿Quién ha dictado lo del HeraldTribune? ¿O es una nueva ocurrencia de Moratinos? ¡Ojo! El turco Erdogan está enemistado urbi et orbi y a derecha e izquierda. Por dos motivos. Uno, por ser agnóstico en línea con Kemal Ataturk lo que lo descalifica ante unos mil millones de partidarios del Profeta, entre ellos los que queman embajadas y banderas. Y dos, porque la mayoría de países europeos le "dan puerta" a Turquía para ingresar en la UE; en mi opinión injustamente. Lo que queda por tanto claro es que Rodríguez tiene poco futuro en el negocio de las alianzas.

Zapatero con chilaba en el semanario Al Ayam¿O se habrán inspirado, ZP y Borrell, en el rey Mohamed VI que preside en Marruecos el Consejo Superior de los Ulemas? Este órgano calificó las caricaturas de "ultrajantes" y "ofensa" para los sentimientos musulmanes. Le paga a ZP con mala moneda. En Mellilla –donde fue para hacerse perdonar lo del Estatut– se apoderan de parte del terreno fronterizo previsto para construir una "sofisticada" valla y, para inri, le insultan. El semanario Al Ayam además de llamarle "vacilón" –que lo es– le viste con chilaba y risa floja en un llamativo fotomontaje de su portada. Bien saben que si se lo hiciéramos a Mohamed teníamos otro Perejil pero Rodríguez no responderá. Este su carácter recuerda una frase de Camilo José Cela: "Si te encuentras un lobo no debes alobarte. Te comerá". Es lo que hacen, frente al "vacilón", los nacionalistas de acá.

Pasemos a la libertad de expresión puesta en causa con las viñetas. Es un derecho fundamental –lo que por cierto importa un bledo a los muslimes– aunque con mínimos límites sujetos a la apreciación de los tribunales. Un limite es el respeto a las creencias religiosas amparadas por el artículo 525 del Código Penal que castiga como delincuentes "los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente de palabra, por escrito o mediante cualquier otro medio tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias o ceremonias...".Ni siquiera cabe invocar que "lo pide el guión" como los desnudos en época preconstitucional. Vaya usted a decírselo a quienes consideran un ataque personal dibujar sin más la figura de Alá y de Mahoma su Profeta. Y si se adorna de broma o chiste, peor.

En todo caso la silenciada quema de embajadas es una revancha brutal y desproporcionada. En Derecho Internacional la estudiamos como casus belli. Es decir, un motivo para poner en marcha los tanques o esa fragata "Alvaro de Bazán" con capacidad de fuego de un Ejército no pequeño de cuyo empleo, señor Rodríguez, no ha dado aún cuenta personal al Parlamento. Así es su doble moral: talante con los de la Alianza que se reúnen en Túnez sin usted, y "caña" con la fragata.

¿Porqué omitió condenar lo de las embajadas? Ahora es tarde. Déjelo en manos de la Unión Europea que, sin ser muy respetada, es alguien en el mundo. No siga tratando a los del Islam como quien teme su bofetada ya que al final la recibirá, y además en nuestra cara. Por favor salga de la escena internacional no sea que se nos vengan encima los mil quinientos millones de muslimes o al menos los fundamentalistas. Los hay aquí y al otro lado del Estrecho. España figura entre los países "amenazados". ¿Nos ayudarán los Estados Unidos?

En España

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