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Martín Krause

Obreros izquierdistas contra Marx

No deja de ser irónico que esta protesta, encabezada por dirigentes sindicales de izquierda, e incluso marxistas, se dirija contra el impuesto a las ganancias, propuesto por Karl Marx en "El Manifiesto Comunista".

Trabajar en la extracción de petróleo en el extremo sur de la Patagonia es duro y va forjando trabajadores curtidos por el frío y los fuertes vientos de la región. Son también los mejor pagados en Argentina.

Desde hace varias semanas están en huelga, que continuó luego con un corte de ruta, lo que a su vez derivó en la detención de uno de los dirigentes gremiales. Ese hecho puso en la primera plana de todos los diarios argentinos a la localidad de Las Heras, Santa Cruz, la provincia donde gobernó el presidente Néstor Kirchner, porque en horas de la noche los manifestantes atacaron la sede de la policía –donde estaba detenido el dirigente laboral– con armas y palos, muriendo a un policía.

La tragedia levantó gran polvareda, ya que buena parte de la población argentina está cansada de manifestaciones y protestas que impiden la circulación por las calles, avenidas y rutas.

Pero al margen del dramatismo de las noticias, es interesante conocer el motivo del conflicto: el impuesto a las ganancias. Estos obreros muy bien remunerados han gozado de aumentos salariales por encima de una inflación del 70% en el índice de precios desde la devaluación de 2002 y esto los ha empujado sobre el mínimo imponible para el impuesto a las ganancias. Ahora tienen que pagarlo y se enfrentan con la empresa, como si ésta fuera responsable de la deducción impositiva que sufren en sus salarios.

El gobierno de Kirchner sabe muy bien que ese fenómeno inflacionario ha estado alimentando las arcas fiscales de los últimos años, por lo que no ha tenido que aumentar el impuesto, sino que ha dejado que el ajuste de los salarios y los mayores ingresos de las empresas aumenten la recaudación. El fenómeno no es nuevo ni ha ocurrido solamente en Argentina; fue motivo de grandes quejas en la década de los años 70 en Estados Unidos, cuando se disparó la inflación.

También es interesante que los obreros protesten ahora tan violentamente contra ese impuesto, lo cual demuestra la reacción popular a un impuesto "visible". Esos mismos obreros, quienes gastan gran parte, si no todo, su salario en consumo, pagan un impuesto escondido del 21% sobre sus compras, el impuesto al valor agregado (IVA). Pero eso no lo ven porque el precio del supermercado no indica separadamente el monto del impuesto. Pero en éste otro caso, la carga del impuesto a las ganancias aparece en el recibo de liquidación de sueldos.

No deja de ser irónico que esta protesta, encabezada por dirigentes sindicales de izquierda, e incluso marxistas, se dirija contra el impuesto a las ganancias, propuesto por Karl Marx en "El Manifiesto Comunista". Parece que la medicina no les gusta cuando se les aplica a ellos.

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