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Juan Carlos Girauta

Anticatalanes

La gente de bien no le da un disgusto así al señor Fornesa. Ni al abuelo aquel del semen, que estaba tan ilusionado.

Como es sabido, las multinacionales alemanas viven obsesionadas con Cataluña. No tienen otro objetivo corporativo, ni otra misión, que perjudicar los intereses de Cataluña, y como Cataluña es exactamente lo mismo que La Caixa, contra ella, contra nuestra santa institución financiera, mascarón de proa de la más formidable aventura de construcción nacional que han visto los tiempos, dirigen los teutones podridos de dinero y de veneno su sucio capital. Si hicieran una cuestación en Alemania, la gente daría la mitad de su sueldo por fastidiar a Cataluña. Lo que yo le diga.

Los límites de la idiocia son sorprendentes. Cuando parece que ya se han ensanchado hasta lo imposible, una nueva frontera aparece a nuestros ojos. Mi peluquero opina sobre la OPA, los camareros del bar, simpáticos filipinos, opinan sobre la OPA. ERC opina sobre la OPA. Yo creía que para pronunciarse acerca de fusiones, adquisiciones, concentraciones de empresas, ventajas competitivas, sinergias y otras lindezas había que saber algunas cosas de tipo técnico, qué sé yo, el significado de una cuenta de resultados, ser capaz de interpretar un balance, discernir el sentido de una institución financiera llamada Caja de Ahorros, distinguirla de un banco, saberse un poquito la historia reciente de las grandes fusiones internacionales, valorar el momento del sector energético, sus implicaciones estratégicas, la dependencia petrolera de ciertas fuentes de la energía eléctrica, la volatilidad de los precios. Nada. Mentira. Uno se puede ahorrar el MBA. En realidad, uno se puede ahorrar la Universidad. Y hasta el colegio. Basta con tener un par de ideas (es un decir) para explicar la realidad, comprenderlo todo, localizar culpables, encontrar una causa.

No vale la pena discutir con orates. Para ellos la perra grande. Que sí, que sí, el Partido Popular, previa intervención del malvado Aznar, ha urdido una campaña anticatalana en Alemania para que Gas Natural, es decir, La Caixa, es decir, Cataluña, se quede sin la operación que habría llevado la felicidad a tantos hogares de Vic, de Reus, de Badalona.

Por cierto, los accionistas de Endesa que prefieran cobrar el cien por cien del valor de su acción en vez de la tercera parte de menos del valor de su acción también son unos anticatalanes y unos fascistas casposos. La gente de bien no le da un disgusto así al señor Fornesa. Ni al abuelo aquel del semen, que estaba tan ilusionado.

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