Tiempo revuelto han tenido y tienen las grandes cadenas en estas semanas. Cambios en el organigrama de TVE y pase de página a aquel informe de "sabios" que se dejó en barbecho. Fran Llorente, jefe de informativos, ha quedado tocado después del affaire Rajoy-Irak; Pérez Estremera, director de TVE, tiene que hacer frente a una reorganización y a varios descalabros de audiencia. Al tiempo, se abren fugas en los informativos hacia otras empresas: alguno se va con Piqueras a Telecinco, y otros a la Sexta, que está fichando y comprando material a mansalva antes de abrir sus puertas en marzo.
"La sexta" no se presenta como una cadena de novedades, pero su puesta en marcha cambia el panorama entre las grandes cadenas por varias razones, y no sólo por el reparto de audiencia, sino, fundamentalmente, por el de los contenidos.
Las empresas que lo conforman son suministradores de programas de gran audiencia en Telecinco, Cuatro, Antena 3 y TVE. Su presidente, Emilio Aragón, ha conseguido hasta ahora tener espacios, sobre todo de ficción, en el prime time de varias cadenas a través de Globomedia, y los Buenafuente, Arguiñano etc. son el soporte en distinto horario de la competencia.
El desembarco de Helena Resano, una chica competente de los telediarios de TVE, y Mamen Mendizábal, catapultada desde "59 segundos", indican que los informativos van a tener su espacio, aunque no sean la gran apuesta de la nueva cadena, que confía más en una buena cartera de series extranjeras y en los productos propios dentro del campo del entretenimiento.
Entre los interrogantes que plantea la llegada de "La sexta" es cómo van a repartir sus ideas y recursos entre todas las cadenas; qué guardarán para sí, y con qué cartas jugarán en las otras empresas. Sin duda, el gabinete de estudios GECA, que también forma parte de su tinglado, les dará pautas para que el negocio sea rentable y les indicará como vestir un santo sin dejar en cueros a otro.
Entretanto, sigue la agitación en Antena 3 y Telecinco. En esta última hemos visto caer en poco tiempo a los Morancos y "Engaño", mientras se tambalea "Esta cocina es un infierno". Los realities de famosos no están dando el resultado esperado ni en las cocinas, ni con canciones, y ponen en entredicho la copia de esquemas con programas improvisados que no duran ni tres semanas.
Si antes era un galimatías cómo las productoras se hacían la competencia a sí mismas, ahora las caras ya no sabes a qué cadena pertenecen. Silvia Jato se duplica en Telecinco y Antena 3 y la llegada de una nueva cadena, que es la madre del grueso de la programación que vemos en abierto, va a acabar de confundir a unos telespectadores que sólo pueden elegir entre distintas versiones de una misma parrilla.
