Menú
Amando de Miguel

Frases hechas y por hacer

Don Jaime sostiene que el Tato era un torero madrileño retirado que no se perdía ni una corrida de Las Ventas. Luego, si no estaba ni el Tato, era porque la corrida era insignificante.

Tenía yo una idea algo sesgada del auténtico sentido de la expresión "mar de fondo". Menos mal que Jaime Torroja viene en mi ayuda. Oigámosle: "Para mí la expresión mar de fondo, o su equivalente mar de leva, usada por la gente de mar desde mucho antes de que apareciera la ciencia meteorológica, se refiere a la mar de ola larga, regular, de perfil suave y altura considerable, que queda después de un temporal, cuando el viento ha cesado y han desaparecido las olas cortas entrecruzadas. Es decir, la mar de fondo no anuncia temporal, sino que es la consecuencia de él. Por ello el uso de la expresión para referirnos a agitaciones ocultas que presagian otras más visibles me parece bastante impropia, aunque la usemos constantemente". Admirable precisión. ¿Está claro ahora lo que es "Lengua viva"?

Por si fuera poco, Luis Palomino (Miami, Florida, USA) precisa: "Cuando se habla de mar de fondo, se tiene una sensación de algo que está alrededor, de una manera latente, como de un peligro que te rodea; es la mar empezando a mostrarte su fuerza, pero sin mostrarse por entero".

Luis Martín Jadraque (Madrid) anda intrigado con el origen del dicho "llevarse el gato al agua". Equivale a la dificultad para realizar una acción arriesgada o que puede acabar mal. Es sabio que nuestros antepasados, entre otras perrerías (con los perros y otros animales), se divertían con meter en el agua a los gatos. Naturalmente, los gatos se defendían con zarpazos de ese juego salvaje. Otro juego tradicional era el de tirar de una maroma, cada uno por un extremo, hasta dar con el contrincante en el suelo, a poder ser encharcado. En ese caso el perdedor era el "gato" que iba a parar al agua o al barro. La tensión del juego equivalía a que el perdedor se defendía de serlo "como gato panza arriba".

A propósito de la frase con la distinción entre la carne y el pescado, según los gustos alimentarios, Esperanza Vela propone una extensión de esa dicotomía a los tipos de mujer. Así, Mª Teresa Fernández de la Vega sería la "mujer-pescado", frente a Jennifer López que pasaría por ser la "mujer-carne". Doña Esperanza afirma que "de ese segundo tipo somos la mayoría". Es un resto de una vieja ciencia, la Fisiognómica, que asimila los rasgos físicos de las personas con los de los animales. Añado que todavía cuadra más a la insigne vicepresidenta del Gobierno lo de "mujer-pez".

Víctor Artacho (Madrid) se pregunta por el origen de la expresión "¡dónde va a parar!". Es muy sencillo. Ese "parar" no equivale a cesar el movimiento sino a establecer una comparación. Al decir "¡dónde va a parar!" se pondera la bondad de algo que no tiene comparación. En español lo óptimo es lo incomparable.

Víctor Paredes cuenta un apólogo muy sabio. Es un caminante que observa cómo un pastor lleva su rebaño a pastar en un campo de trigo que es suyo. Le dice el caminante al pastor: "Tuyos son los trigos, tuyas son las ovejas". Don Víctor sospecha que la frase es una traducción de un dicho latino y le gustaría saber cómo se dice en esa lengua madre. Lo ignoro y bien que lo siento. Dejo aquí el aviso para que los latinistas libertarios se pongan en movimiento.

Jaime (Jimmy) Montana (Madrid) avanza cumplidas explicaciones de algunas frases hechas. Por ejemplo, "no estaba ni el Tato" entre otras fórmulas parecidas. Don Jaime sostiene que el Tato era un torero madrileño retirado que no se perdía ni una corrida de Las Ventas. Luego, si no estaba ni el Tato, era porque la corrida era insignificante. El diccionario de tauromaquia de Andrés Amorós trae la biografía del torero sevillano Antonio Sánchez, El Tato, de la segunda mitad del siglo XIX. Era de la cuadrilla de Cúchares y se casó con la hija de su maestro. Sufrió una grave cogida y tuvieron que amputarle una pierna. Aguantó la operación fumando un puro. Al acabar, comentó: "Adiós, Madrid". Su pierna se exhibió en el escaparate de un comercio. José María Iribarren comenta que "El Tato fue uno de los toreros más rumbosos y postineros que han existido". Don José María apostilla la frase: "Que te mate El Tato", dicha a un hombre casado, como una alusión a que su mujer le engaña.

Don Jimmy da su interpretación a la frase: "Pesar más que un judío muerto". Se refiere al estereotipo del judío usurero que, al morir, tenía los bolsillos llenos de monedas.

Sigue don Jimmy con la explicación de otra misteriosa frase: "Ser más chulo que un ocho". Oyó decir a su abuela madrileña, hija y nieta de madrileños, que "el ocho" era un tranvía que recorría los barrios populares de los chulapos. En efecto, según cuenta Iribarren, "el ocho" era el tranvía que iba desde la Puerta del Sol a San Antonio de La Florida y tenía una parada en La Bombilla. Imagino que era un tranvía muy chulo porque tenía que subir pendientes muy pronunciadas. El chulo madrileño es el que anda despacioso y sin alterarse, como el tranvía de marras.

Mabel Arana (Marbella, Málaga) anda intrigada con la expresión "cavarse la propia fosa"; quiere saber su origen y significación. Creo que responde a la situación tradicional en la que el condenado a muerte se tenía que cavar su propia fosa en la que iba a ser enterrado. Se trataba de una doble afrenta. De forma analógica, cavan su propia fosa quienes se comportan en contra de sus intereses. Es una conducta bastante frecuente.

Luis Alonso Rubio comenta lo dicho aquí sobre la expresión "quedar zapatero", que en Argentina significa perder y no marcar ningún tanto en una competición deportiva. Don Luis (62 años) recuerda que así se decía también en su lugar de origen, Albox (Almería).

En Sociedad

    0
    comentarios