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Ignacio Villa

Esto es puro teatro

¿Qué razones había para que empresarias y periodistas VIP fueran agasajadas a lo grande en hoteles y restaurantes de lujo; mientras otras periodistas –todas mujeres– fueran tratadas como personas de segunda, simplemente porque iban a trabajar?

No nos quedaba mucho por ver. Aunque, en esta ocasión, lo cierto es que ha llegado al más absoluto de los ridículos. Es triste ver como una vicepresidenta del Gobierno con buena parte de su grupo parlamentario hacen burla al parlamento, máxima representación de la soberanía nacional. Es muy fácil, muy demagogo y muy superficial reaccionar como han reaccionado desde la bancada socialista durante la sesión de control de este miércoles.

Estábamos asistiendo al típico rifirrafe entre el portavoz popular Eduardo Zaplana y la vicepresidenta De la Vega. Las críticas de Zaplana –críticas, por cierto, muy razonadas– eran sobre el numerito entre folklórico y propagandístico que la vicepresidenta ha montado recientemente en su viaje a Africa. La llama que ha encendido la polémica ha sido cuando Zaplana hablaba de disfraces, y es que las imágenes que han recorrido media España no eran para menos. De la Vega ya tiene un largo curriculum de estos posados propagandísticos que se iniciaron con el reportaje en la revista Vogue de las mujeres de este Gobierno que se decía progresista y de izquierdas.

Las diputadas socialistas y de Izquierda Unida han abandonado muy airadas el pleno del Congreso; decían que Eduardo Zaplana se había comportado de forma machista al hablar de disfraces. Y desde aquí le preguntamos a la vicepresidenta: ¿es también machista la forma con que desde Moncloa se ha tratado a las mujeres que le han acompañado al viaje a Africa? ¿Qué razones había para que empresarias y periodistas VIP fueran agasajadas a lo grande en hoteles y restaurantes de lujo; mientras otras periodistas –todas mujeres– fueran tratadas como personas de segunda, simplemente porque iban a trabajar? ¿Cuales son los motivos para que durante ese viaje al continente africano se tratara con tanto clasismo a unas y a otras? ¿Hay para la vicepresidenta De la Vega mujeres de primera y de segunda?

Utilizar el machismo y el feminismo de esta manera es la mejor forma que tiene este Gobierno para seguir demoliendo cualquier referencia de sentido común. ¿Qué lecciones nos pueden dar unas ministras a las que les faltó tiempo para salir fotografiadas en Vogue? Unas fotografías llenas de pieles, de maquillajes exquisitos, de modelitos de última moda... ¿Es este el feminismo que predican? ¿Es esta la sobriedad que dicen vivir? ¿Es este el talante del que alardean?

Sólo pedimos una cosa, que no utilicen más el Congreso para sus batallitas y para sus demagogias. La vicepresidenta De la Vega tiene demasiados problemas reales para seguir montando numeritos. El Gobierno no está para hacer teatro en el hemiciclo, está para gobernar. Aunque se empeñan en no enterarse.

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