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Juan Manuel Rodríguez

Nuestra amenaza mensual de huelga arbitral

¿Por qué creo yo que los árbitros no llevarán a cabo su amenaza mensual de huelga? Muy sencillo: porque en el fondo saben que son malos y que se preparan poco.

El escritor argentino Jorge Luis Borges decía que no entendía que hubiera otra amenaza que no fuera de muerte. Y añadía: "lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad". Lo interesante, lo original, sería que los colegiados españoles amenazaran con pitar mejor de lo que lo vienen haciendo justo hasta el preciso instante en que la Federación les pagara lo que les debe. Eso sí que sería verdaderamente original y no esta carca amenaza mensual de huelga con la que, justo en la semana del Barça-Madrid, vuelven a tocarnos otra vez las narices. Por otro lado, ¿sería capaz Victoriano Sánchez Arminio de montarle una huelga a Angel Villar que fue precisamente quien le puso ahí "digitalmente"? Lo dudo mucho.

La Liga de Fútbol Profesional asegura estar al día con la Federación en lo concerniente a los sueldos arbitrales. Tampoco entiendo muy bien (o sí) a santo de qué la Federación se erige en intermediaria entre unos señores que pagan (la LFP) y otros que cobran (los árbitros). La patronal de los clubes de España se compromete a abonar sus sueldos mensualmente y por anticipado a los árbitros, ¿de qué hablamos entonces? En caso de confirmarse la huelga los clubes se convertirían en "paganos" al cuadrado, o cornudos y apaleados; paganos, por un lado, porque pasan religiosamente por la taquilla de la Federación, y paganos por el otro ya que sufrirían una huelga de pitos caídos porque la susodicha Federación ralentiza dicho pago.

¿Por qué creo yo que los árbitros no llevarán a cabo su amenaza mensual de huelga? Muy sencillo: porque en el fondo saben que son malos y que se preparan poco. Pongamos como ejemplo sólo la última jornada de Liga. ¿Se imaginan que el Atlético de Madrid se pusiera en huelga por el calamitoso arbitraje de Pérez Lasa en Cádiz? ¿O que lo hicieran en Villarreal por el penalti que les escamoteó Teixeira Vitienes? ¿No sería exigible por parte de los empresarios Francisco Roig y Enrique Cerezo que tanto el abogado como el visitador médico que les perjudicaron sábado y domingo respectivamente pidieran una excedencia para centrarse definitivamente en el arbitraje? Si quieren protestar porque les deben las dietas y el kilometraje que se encadenen enfrente del despacho de Villar, pero que no toquen más las narices. Por lo menos esta vez no han leído ningún comunicado. Eso que salimos ganando todos.

Quedamos emplazados hasta la próxima amenaza de huelga. La que viene nos pillará en Semana Santa.

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