A pesar de ser relativamente joven uno está curado de espantos y no se sorprende tan fácilmente como en realidad merecen algunas cosas. De lo contrario uno se caería de la silla al leer que los chicos de Teddy Bautista están promocionando la creación de una melodía que encienda los sentimientos de comunidad de los internautas. Sí, como lo está leyendo usted; la SGAE es una de las dos entidades (la otra es la Fundación Andalucía Tecnológica) que convocan un concurso para elegir el himno del Día de Internet 2006. Al margen de la opinión que uno pueda tener de una jornada más bien inútil en la que diversas entidades públicas malgastan el dinero de los contribuyentes, no deja de resultar indignante que ahora la Sociedad General de Autores y Editores pretenda mostrarse como alguien preocupada por el fomento de la Red.
El presidente de la SGAE no ha dudado a la hora de acusar a Google –por su eficiencia y por la libre decisión de millones de internautas uno de los actuales pilares de la Red– de fascismo. Ha dicho eso al igual que hace tiempo arremetió contra unos "pendejos electrónicos" que estaban construyendo "la nueva democracia digital". La "empresa de recaudación" (la respuesta de Bautista ante la pregunta de si lo es fue "¿Y eso es malo?") por él presidida es la misma que presenta propuestas de reformas legales que de llevarse a la práctica someterían a la Red a un régimen totalitario muy parecido al descrito en la novela 1984.
A pesar de todo eso, de su más que contrastado rechazo y miedo a todo lo que significa la Red, pretende mostrarse como su amiga y promover una iniciativa como el "I Concurso de Composición diadeinternet". No sólo eso, además, entre las bases de dicho concurso figura: "Las obras presentadas tendrán que resaltar alguno o varios de los valores de Internet: solidaridad, comunicación, sinergia, democracia, unión, innovación...". Dicho de otro modo, exigen que las partituras candidatas destaquen todos aspectos de la Red que parecen molestar más a la SGAE.
La única "solidaridad" que parece interesarle a los de Teddy Bautista es la forzosa (vía cánones tanto existentes como propuestos para su próxima creación) de los usuarios de nuevas tecnologías hacia ellos. En cuanto a la comunicación, qué se puede decir. Pues que a dicha entidad le molesta que quienes tienen algo en su contra lo comuniquen al resto de las personas. ¿"Democracia", dicen? La SGAE ha dejado claro, como se explica más arriba, a qué tipo de régimen político le gustaría que estuviera sometida la Red. No debe de extrañar, puesto que Eduardo Bautista fue condecorado por la dictadura castrista –esa misma que prohíbe el libre acceso a Internet, motivo por el cual el disidente Guillermo Fariñas se mantiene en una heroica huelga de hambre– en julio de 2002. Claro que, con todo esto, no resulta raro que no incluyan entre los valores de Internet citados en las bases del concurso el principal de todos, la libertad.
Teddy quiere darnos un himno. Una composición que tenga todo lo que desea quitarnos. Se presenta como un amante de todos esos valores que la SGAE demuestra cada día rechazar. Si espera que de esta manera mejore su imagen entre los internautas está muy equivocado. El único modo de conseguir este objetivo es dejar de insultar y de sacar dinero de los usuarios de nuevas tecnologías a cambio de nada.