Fiel a esa idea tan práctica de que quien pega primero suele acabar pegando dos veces, el Villarreal vuelve a adelantarse por enésima ocasión a todos sus rivales con la contratación de dos futbolistas muy interesantes –Nihat y Pires– y otro que, a falta de confirmación, me parece casi definitivo: Cani. El Villarreal, que ya tenía un equipo de garantías, actúa en estos casos como suelen hacerlo los buenos defensas, a base de anticipación. Y no sólo se mueve el Villarreal; la Liga española está incandescente. Javier Aguirre abandona Osasuna para venir al Atlético de Madrid, club que prescindirá de Toni Muñoz como director deportivo. El último servicio del ex lateral cordobés al club rojiblanco ha sido el fichaje bomba de Sergio Agüero. Uno ha de tener mucha precaución con esas cosas, pero, si los vídeos que he visto se confirman luego aquí, el "Kun" es un futbolista excepcional.
El Barça está pendiente de la decisión que adopte Thierry Henry, aunque sus últimas declaraciones tras la final de la Champions parecen alejarle del Nou Camp. En el Valencia, que ventiló su particular crisis hace diez días, Amedeo Carboni se hace con la dirección deportiva. Kalou y Castellen (Feyenoord) están ya fichados, y Juan Pablo Sorín podría ser el próximo objetivo. El Deportivo está en plena reconstrucción y Nené, el fenomenal futbolista del Alavés, se encuentra en el punto de mira. Y el Sevilla, tras el éxito de la Copa de la UEFA, tampoco quiere dormirse en los laureles: Del Nido ampliará el contrato de Juande Ramos y el técnico decidirá, entre otras cuestiones, qué hacer con Saviola, que quiere quedarse, Maresca, que podría volver a Italia, Aitor Ocio, que suena para el Atlético, o Luis Fabiano, de quien podría tirar Luxemburgo para llevárselo al Santos.
¿Y el Real Madrid, qué? ¿Otra vez campeón de Europa? Ayer un colega de la prensa me dijo lo siguiente: "¡A ver si piensas que el club ha desaparecido! Ahí están Butragueño, Floro y Ramón Martínez"... No quiero pensar que mi compañero buscara un rápido empeoramiento en mi estado de salud, pero lo cierto y verdad es que su receta ejerció en mí idéntico efecto al que debe producir la ingestión de un paquete de sal gorda en un hipertenso. Mi tensión se disparó como el cohete Saturno V y salí lanzado cual tripulante del Apollo-11. Ha sido ése un golpe bajo que no le perdonaré jamás a este colega de la prensa deportiva. Aunque la culpa no fue del todo suya. De hecho, yo ya llegaba "tocado" después de escuchar a Luis Gómez-Montejano diciendo eso de que él, cuando fuera mayor, quería ser como Joan Laporta. El presidente del Real Madrid estuvo en Saint-Denis apoyando al Barça.
Y, entre unas cosas y otras, confieso que esta noche no he podido pegar ojo. Se repetía la misma pesadilla. Montejano, como Tom Cruise en "Misión Imposible", se quitaba la careta y resulta que era Laporta. Pero es que Martín era Núñez, y Palacios se convertía en Gaspart. Se abrazaban todos y se ponían a cantar eso de "tot el camp es un clam". Lo he pasado muy mal, pero, gracias a Dios ya estoy despierto otra vez. Y esta noche dormiré mucho más tranquilo sabiendo que Butragueño está ahí, en su despacho, con el flexo de la luz encendido, el ordenador con la batería recargada, el arroz hervido dispuesto y rotuladores gordos de todos los colores, trabajando incansablemente en el nuevo Real Madrid. Con Benito. Y con Ramón. Habrá que decirles a los guardias jurados que dejen pasar a Roberto Carlos. Porque, amigos míos, hay luz en el despacho del "buitre".
