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Amando de Miguel

Saber latín

Cornwall no quiere decir "muro del trigo o del maíz", como pudiera parecer. Es una palabra inglesa que traduce el nombre latino de Cornu Galliae (= el cuerno de la Galia). Así pues, la denominación española no es ningún capricho.

Eduardo Fungairiño hace dos observaciones léxicas, propias de un fino jurisconsulto, por aquello de vir bonus dicendi peritus (= un hombre virtuoso que entiende de palabras). La primera se refiere a la comunicación de José Bengoechea Ibaceta al describir la concurrencia del viento sur en la costa y del viento noroeste en la mar. Se pregunta don Eduardo: "¿No está describiendo una galerna, que es la borrasca típica del Cantábrico?". El mismo don José se refería al movimiento que es opuesto a la dirección de las agujas del reloj. Don Eduardo apunta a que, para evitar circunloquios, digamos levógiro o sinestrórsum. El movimiento contrario, en la dirección de las agujas del reloj, es dextrógiro o dextrórsum. Da gusto. Añado que los romanos no tenían reloj de manecillas, pero laevus es "izquierda" y dexter es "derecha". Ignoro por qué los primeros relojeros hicieron girar el movimiento de las manecillas hacia la derecha. Por lo mismo los tornillos se introducen o las tuercas se aprietan en esa dirección. Quizá se pensó que el hombre era naturalmente "diestro" a pesar de que el corazón se situaba en la izquierda.

Son varios los comunicantes que me hacen salir de mi ignorancia. Dives Toletana (= la rica [catedral] de Toledo) es una especie de lema que se asocia a la catedral toledana, lo mismo que se dice pulchra leonina (= la hermosa catedral de León) o magna hispalensis (= la imponente catedral de Sevilla).

Melchor Sánchez de Toca Alameda (Vaticano) añade a la lista fortis saguntina (= la fortificada catedral de Sigüenza).

Félix Gaínza añade sancta ovetensis (= la santa catedral de Oviedo).

Basilio Fernández Junquera compone esos lemas de las catedrales en forma de verso:

Sancta ovetensis
Pulchra leonina
Dives toletana
Fortis salmantina

Juan Enrique de la Rica añade fortior abulensis y precisa que lo de "leonina" es un poco latín macarrónico, pues el auténtico término debe ser "legionensis".

Fernando Aizpún y José Manuel de la Peña (La Coruña), cada uno por su lado, insisten en que el latín no lleva tildes. No los llevaba, esa es la verdad, pero aquí hemos discutido ad náuseam usque (= hasta la saciedad) sobre el particular. Yo estaba dubitativo y me decidí por la opinión más solvente: al utilizar el latín en español, hay que proveerlo con tildes. Así pues, no se trata de una errata, como presume don José Manuel. En todo caso es una decisión discutible, tanto como la contraria.

Marcos González Santos se pregunta cómo es que del inglés Cornwall se deriva Cornualles en español. El camino es bien sencillo. Cornwall no quiere decir "muro del trigo o del maíz", como pudiera parecer. Es una palabra inglesa que traduce el nombre latino de Cornu Galliae (= el cuerno de la Galia). Así pues, la denominación española no es ningún capricho.

Señala don Marcos que la palabra "pulgada" es la traducción del inglés "inch", el equivalente a la doceava parte defoot(= pie) más o menos la medida de la falange del dedo pulgar. "Un listillo aprovechó la similitud y encontró la traducción perfecta" depulgada. No creo que haya aquí una traducción del inglés. Las medidas del pie y de la pulgada son naturales, muy anteriores a las lenguas inglesa y española. Opina don Marcos queinch(= pulgada) nada tiene que ver con la longitud del pulgar. En realidad,inches la versión inglesa del latínuncia(= la duodécima parte de la libra y de otras varias medidas). En español derivó "onza". Es evidente que la duodécima parte de la longitud de un pie equivalía a la medida de la falange del pulgar o pulgada. En latín "pulga" espulexy dedo pulgar espollex. Es evidente el parentesco entre ambas voces, pues las pulgas se mataban con el dedo pulgar. Al final, en este y otros asuntos, tanto el inglés como el español proceden del latín.

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