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Amando de Miguel

Sobre mediciones y otras menudencias técnicas

Una cosa que he observado es que en Madrid los trenes del metro circulan por la izquierda y los de cercanías por la derecha. O quizá sea al revés, pero lo que está claro es que no siguen el mismo sentido. De nuevo me asalta lo de la influencia inglesa.

José Ángel interpreta la norma de que los tornillos o las tuercas se aprieten con un movimiento hacia la derecha (dextrógiro). Es una cuestión de palancas y un hecho estadístico. Puesto que la mayor parte de la población es diestra, resulta más eficaz apretar los tornillos o tuercas con un movimiento dextrógiro: "Nuestra disposición muscular nos permite hacer más fuerza cuando los giros se hacen desde el centro del cuerpo hacia el exterior que al contrario". Lo que ignoro es por qué la mayor parte de la población es diestra y no zurda o ambidiestra. Espero que algún libertario me aclare esa duda.

Lo que yo no sabía es que en el Reino Unido los tornillos y tuercas se aprietan de forma levógira (girando hacia la izquierda). Eso es lo que me dice Juan Ponce. Francamente, no creo que la mayor parte de los británicos sean zurdos. Añade don Juan otra curiosidad, que en las armas de fuego rayadas (estrías en sus ánimas) las estrías giran hacia la derecha, pero en los cañones de los barcos las estrías giran a la izquierda. Pregunto: ¿será otra vez la influencia inglesa? Una cosa que he observado es que en Madrid los trenes del metro circulan por la izquierda y los de cercanías por la derecha. O quizá sea al revés, pero lo que está claro es que no siguen el mismo sentido. Ya es extraño. De nuevo me asalta lo de la influencia inglesa.

Antonio Roco me da una explicación histórica de por qué en los relojes de esfera las agujas giran hacia la derecha. El origen está en los relojes de sol, una varilla que va registrando la posición de la sombra. Se mira al reloj con el sur a la espalda. Al salir el sol, la sombra queda en el lado izquierdo del observador (el oeste) y, a medida que avanza el día, se va moviendo hacia el norte y luego al este. Ese es el movimiento que luego se copió con las agujas del reloj. Ingenioso.

Más sobre el misterio de por qué las agujas del reloj se mueven en la dirección convenida. Alberto Rodríguez cuenta que la forma tradicional de orientarse según los puntos cardinales es ponerse de cara a la salida del Sol. Se extienden los brazos de tal forma que el izquierdo apunte al Norte y el derecho al Sur. A lo largo del día el Sol se mueve de izquierda a derecha. Valiéndose de esa experiencia, las agujas del reloj también se mueven de forma dextrógira. Como curiosidad, señala don Alberto que hay un pueblo en Suiza donde el reloj es levógiro. Pero recuerdo que casi todas las reglas hechas por el hombre admiten alguna excepción.

Antonio Martínez Molina precisa que absorción y adsorción son palabras cercanas pero no equivalentes. En su opinión "la absorción consiste en que un líquido o un gas queda embebido dentro de otro líquido o sólido. El proceso contrario es desabsorción". En cambio, "la adsorción consiste en el fenómeno de que las moléculas de un líquido o gas se pegan a la superficie de un sólido. Su contrario es la desorción".

Agustín Fuentes argumenta que el ancho de los caminos y las vías de ferrocarriles tiene mucho que ver con los primitivos carros, diseñados, a su vez, según el ancho de las grupas de los caballos. En consecuencia, los caminos se ajustaban a las rodadas antiguas. Ese mismo esquema se siguió con las vías del ferrocarril. Puede ser. Espero nuevos aportes.

A propósito de la distinción entre dos palabras técnicas, solución y disolución, Antonio Molina propone esta frase que ayuda a precisar los significados: "Meter a un terrorista en una bañera de ácido es una disolución. Meterlos a todos es una solución".

Manuel González ilustra con más datos el asunto del pulgar y la pulgada. Según parece, la similitud entre el nombre del dedo y la medida de longitud se produce también en otros idiomas europeos y en sánscrito. Solo en inglés y alemán el nombre de pulga (= flea, floh) carece de relación con el dedo pulgar. "Quizá los ingleses y alemanes no mataban este parásito con los pulgares o más exactamente, entre las uñas de los pulgares". Añade don Manuel que en inglés la pulgada equivale a tres barleycorns (= granos de cebada) puestos en línea.

A propósito de las unidades de medida, Eduardo Fungairiño me recuerda la canción de Luisa Fernanda en la que se habla depeso duro. Supongo que quería decir una moneda de cinco pesetas.

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