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EDITORIAL

La “paz” nacionalista y su pulso al Estado de Derecho

La desafiante actitud del gobierno vasco tiene su antecedente en el acoso de los socialistas al Tribunal Supremo y la petición de comparecencia de su presidente por haber osado contrariar las tesis de la defensa del etarra Henri Parot

Estuvieron en contra de la Ley de Partidos y, por eso, se la saltaron al reunirse con los dirigentes de la ilegalizada representación política de la organización terrorista ETA. Ante este desafío a la legalidad vigente, el Foro de Ermua presentó una más que justificada querella contra el lehendakari y contra los dirigentes batasunos por los presuntos delitos de desobediencia y quebrantamiento de medida cautelar, que fue admitida a trámite la semana pasada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
 
Envalentonados, sin embargo, por la neutralización del Estado de Derecho que exige el pacto-tregua entre ETA y el Gobierno del 14M, los consejeros del Gobierno vasco han decidido este martes autoinculparse, y han exigido nada menos que la inmediata comparecencia del presidente del TSJPV ante el parlamento vasco para que dé explicaciones de su “osadía”. Y eso que el tribunal únicamente se ha limitado a admitir a trámite la querella...
 
Mucho se podría hablar de la escandalosa falta de respeto de los nacionalistas al imperio de la Ley y a la independencia del Poder Judicial. Sin embargo, no hay que olvidar que esta bochornosa actitud del gobierno separatista vasco tiene el “tranquilizante” antecedente protagonizado por el gobierno de Zapatero con su reciente visto bueno a que los socialistas también participen públicamente en los ilegales contactos políticos con Batasuna. Eso, por no recordar que, semanas antes del anuncio de tregua, socialistas y nacionalistas corrieron a exigir la comparecencia ante el Congreso del presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, por haber osado rectificar las tesis de los abogados defensores del etarra Henri Parot -y del Fiscal General de ZP-, ambos dispuestos a una pronta excarcelación de uno de los más sanguinarios criminales de la organización terrorista.
 
No nos sorprende, pues, ahora la timorata y a la defensiva respuesta del Consejo General del Poder Judicial, que se ha limitado a protestar por la “desmesurada crítica” del gobierno vasco al Tribunal Superior de Justicia. Como tampoco nos sorprende la tranquila y chulesca actitud que han mostrado los asesinos de los concejales Miguel Ángel Blanco y José Luis Caso durante su comparecencia de ayer ante la Audiencia Nacional. Ya vemos quiénes se sienten “vencedores” y “vencidos” en este proceso de paz. La “paz” de Estella, la “paz” de Perpiñán, la falsa “paz” del gobierno del 14M.

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