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Carlos Semprún Maura

El entierro de la sardina

opinan que contra más lejos de Madrid, más cerca de París. Por ello el oportunista de Maragall pidió el ingreso de Cataluña en la “Francofonía”.

- ¿Qué le parece lo del referéndum en Cataluña? Me pregunta tía Mercedes, con voz muy ronca.
- Tienes una voz rara...¿Bronquitis?
- ¡Que va! Pero, como hablamos en español, más vale ser prudentes...
-         Te pasas de prudente, como los catalanes, por cierto.
-         ¿Y eso?
-         Pues que ha ganado la abstención, como cuando lo de la Constitución europea. Y la abstención es lo contrario del entusiasmo o de la repulsa. La abstención manifiesta indecisión, desgana, malestar, algo de rechazo y cabreo, pero sin el impulso de ir a votar no.
-         Pero, si todos los medios franceses anuncian el triunfo aplastante del “sí”, con más del 70%, grita tía Mereces, que ha recuperado su voz.
-         Como casi todos los medios españoles. Pero es que en Francia, te lo he dicho mil veces, tratándose de asuntos españoles, todos los medios son la “voz de su amo” sociatopolanquista. No tienen más remedio que anunciar una gran victoria, incluso si no están satisfechos. Además, a las cifras se les puede decir cualquier cosa: “aplastante victoria del “sí” con el 73,9%; “como: “rotundo fracaso del “sí”, con sólo el 28,66%, de los electores. (50,58% de abstenciones y 20,76 de “noes”).
-         Pero es una derrota para el PP ¿o no?
-         ¡Claro que sí!
-         Y ¿qué van a hacer?
-         Me temo que nada. Lo que tendrían que hacer, en cambio, está clarísimo: cambiar de política y cambiar de dirigentes. Jubilar a Piqué y enviarle de entrenador de los Bleus. Así estaríamos seguros de que no ganarían un partido nunca más.
-         Por cierto, ¿no tienes la impresión de que los franceses consideran a Cataluña, como algo suyo?
-         Desde luego. Y además opinan que contra más lejos de Madrid, más cerca de París. Por ello el oportunista de Maragall pidió el ingreso de Cataluña en la “Francofonía”. ¡Cualquier cosa, mariposa!
-         Pero ¿no estamos en tu “carta de París”? ¿No deberías tratar de los asuntos franceses?
-         Sin novedad en el frente.
-         Oye, tu que estás siempre criticando, ¿no viste el otro día, en Le Figaro, el artículo de ese profesor, denunciando el antiamericanismo, y defendiendo a los USA, hasta en el asunto de Guantánamo?
¡Excelente artículo! Tienes toda la razón. Espera, tengo el recorte a mano: Yves Rocaute: “Guantánamo: para terminar con la propaganda antiamericana”. (Le Figaro, 7 de junio). Desmonta todos los infundios y mentiras antiyanquis, relacionados con este asunto. Recuerda que en 1940, Churchill envió 3.000 prisioneros de guerra alemanes a Canadá, sin juicio, porque a los prisioneros y aún menos a los terroristas, no se les juzga. Recuerda asimismo, que los tres islamistas liberados, protagonistas del seudo documentalThe Road to Guantánamo, que hicieron el payaso en Berlín, volvieron a ser detenidos en la frontera afgano-paquistaní en un grupo de talibanes armados. Termina su artículo así: “si la verdadera fuerza de las repúblicas reside en su virtud, como lo mostró Montesquieu, la virtud se mide a la valentía de luchar por ellas. Guantánamo es esa valentía.”,. Pero bueno, para un artículo decente, los hay mil indecentes. No te hagas tantas ilusiones, tía Mercedes.

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