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Amando de Miguel

Rol de nombres

En el pueblo conquense de Pozorrubio de Santiago, cerca de la antigua Segóbriga, se conservan estos nombres latinos: Dafrosa, Agripina, Porfirio y Sandalia. Como puede verse, los nombres que nos parecen raros no lo son tanto.

Antonio Cárdenas contribuye a enriquecer el rol de nombres raros y sonoros con los de algunos parientes y conocidos: Visitación, Tiburcia, Justa (oficialmente se llama Asunción, pero todos la llaman Justa, la hija de Justo), Sensión (oficialmente Ascensión), Modesto.

Abel (Cuenca) anota los nombres de algunos parientes: Lutfrido, Agatoclia, Olofernes, Mapalicio, Teogena, Euna, Cenobio, Dominica, Áurea, Dátiba y Doroteo.

Chabier (Tudela, Navarra) conoce a las siguientes personas: Atilana, Saturio (= satisfecho en latín), Celedonio (= referido a las golondrinas), Aundio (= el que desborda en amor a Dios), Silvano (= el de los bosques), Atanasio, Silvino, Pilar (nombre de varón), Policarpo (como el fundador de los hermanos corazonistas).

Mª Pilar Rodríguez Sánchez cuenta que tiene un tío llamado Eutiquio (no Eustaquio), pero que todos lo llaman Manolo. En la familia hay otros nombres sonoros: Aniceta, Eudivigis, Estéfana, Dionisia.

Agustín Fuentes proporciona igualmente la nómina de sus parientes y amigos de la familia o conocidos del trabajo: Oven, Acacia, Aniceto, Sisinio, Eutiquio, Caya, Patrocinio, Balbino, Ladis, Higinio, Casto, Amador, Anselmo, Emeterio, Teodoro, Aquilino, Hipólito, Venancio, Cuathemoc o Temoc, Posidio, Parsifal de Lyon. Como mote cariñoso, su favorito es Unguelín, así llamado porque de niño era muy llorón. Se trata, claro está, de una fácil onomatopeya.

Juan E. Martín da cuenta de algunos de los nombres que se estilan en su pueblo, Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), todos ellos parientes suyos. Anoto: Serapio, Benigno, Adón, Adelo, Apolonio, Jesusa, Barburina, Sindo, Teotiste. A esa última, todo el mundo la llama la tía Otista.

José Luis Pérez aporta la nómina de algunos parientes y amigos: Anecto, Eradina, Teódula, Onésima, Argimiro. Añado: ¿Quién no conoce al famoso Argimiro, procurador de los tribunales de Madrid?

Juan Carlos Agenjo Castillo cuenta que en el pueblo conquense de Pozorrubio de Santiago, cerca de la antigua Segóbriga, se conservan estos nombres latinos: Dafrosa, Agripina, Porfirio y Sandalia. Como puede verse, los nombres que nos parecen raros no lo son tanto. También puede suceder que los libertarios sean buenos observadores y que se muevan en ambientes populares.

Carlos Fraile (Ecuador) asegura que conoce a una señora llamada Dolores Fuertes de Barriga y a un señor llamado Armando Cabezas Rojas. Se trata igualmente con una tal Rita Pita, quien insiste en que la llamen siempre señorita Rita Pita. Sentido musical que tiene la feliz señorita.

Luis Brau Cebrián (San Juan, Puerto Rico) conoció a una señora llamada Dolores Fuertes de Barriga. De nuevo aparece ese testimonio, que por tanto no es un chiste. Se comprende la propensión de una señorita llamada Dolores Fuertes a casarse con un novio apellidado Barriga. Yo tuve un buen amigo llamado Guillermo Barriga, por cierto, cenceño de cuerpo en sus años mozos.

Juan Puyol añade algunos nombres que ha conocido en los países iberoamericanos: Ninel (Cuba; es Lenin al revés), Mileidi (Costa Rica), Marconi (Costa Rica).

Rafael Gabeiras cita el caso de un primer ministro del Perú, apellidado Dañino, que fue también vicepresidente del Banco Mundial.

Vicente Corróns conoció a un chico apellidado Lechuga que se casó con una chica apellidada Verde. Los hijos no han tenido más remedio que acostumbrarse a su jocosa circunstancia.

José Antonio Martínez Pons tuvo una alumna cubana que se llamaba Yusdaili, seguramente a partir de U.S. Daily. Da cuenta de dos nombres frustrados; fueron rechazados en el Registro: Ratita de Casa y José-Pepe.

Mª Asunción Alonso lista algunos nombres de su familia: Alcia, Roselia, Hilda, Gémina y Leoncio.

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