Menú
Ignacio Villa

Entre la ignorancia y la estupidez

Ver a un tiempo al furibundo Blanco acusando de crímenes de guerra a Israel mientras Zapatero se hacia una fotografía con jóvenes palestinos e israelíes, demuestra que lo suyo es una dosis muy grande de hipocresía y falsedad.

Después de escuchar las declaraciones de Pepín Blanco acusando a Israel de terrorismo de estado, después de escuchar a Rodríguez Zapatero en varios mítines criticando también a Israel y después de la foto del presidente con la pañoleta palestina, lo único que nos queda es decirles, avergonzados, a los israelíes que estos señores no nos representan. No representan ni el sentir de los españoles ni nuestra tradición diplomática. Zapatero, Blanco, Moratinos, López Garrido y compañía parecen ahora a nuestros ojos como marcianos que viven en su universo particular, y no en el mundo real en el que nos encontramos los demás.

Se ha dicho de ellos que son irresponsables, sectarios, partidistas; que son progresistas de pacotilla. Se han dicho de ellos muchas cosas. Pero ver a un tiempo al furibundo Blanco acusando de crímenes de guerra a Israel mientras Zapatero se hacia una fotografía con jóvenes palestinos e israelíes, demuestra que lo suyo es una dosis muy grande de hipocresía y falsedad. Son muy falsos, mucho. Pero lo cierto es que cada vez son más los españoles –también votantes socialistas– que se sienten ajenos a estas batallitas de un Gobierno y un partido perdidos en sus propias barbaridades: no hay más que ver el magro número de manifestantes antisemitas del jueves pasado.

Están cometiendo algunos errores que sólo se pueden entender desde la más profunda ignorancia. Mezclar Irak, Israel, el terrorismo en Oriente Medio, Naciones Unidas, Aznar, las Azores y la pañoleta palestina da como resultado un totum revolutum patético. Eso no es ni pacifismo trasnochado, ni progresía de medio pelo, ni izquierdismo de etiqueta. Es sencillamente la solemne estupidez de alguien que no sabe nada de nada y que, además, no tiene intención alguna de aprender, ya que vive del oportunismo y la demagogia.

Zapatero llegó al poder aprovechando al máximo la algarada callejera utilizando la guerra de Irak. Ahora ha pensado que puede utilizar de igual forma la crisis de Oriente Medio. Se cree invencibles y, por tanto, que tanta tontería no le va a pasar factura. Pero puede que esta vez haya pinchado en hueso.

En España

    0
    comentarios