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M. Malkin

Los "pacifistas" se han vuelto locos

Si todos estos "pacifistas" tuvieran una brizna de la misma rabia, desprecio e insensibilidad hacia los yihadistas de la que tienen contra nosotros, estaríamos mucho más cerca de lograr la paz que tanto les encanta predicar.

Mientras luchamos contra la jihad global, sorprendidos y furiosos pacifistas se muestran como son. El multicolor de la bandera de los pacifistas se ha convertido en el rojo de una muleta de torero.

La ganadora del Nobel de la Paz Betty Williams mostraba lo que los medios australianos llamaron "su festivo espíritu irlandés" ante cientos de escolares esta semana en una diatriba contra el Presidente Bus propia de una mentalidad criminal. "Me que es difícil comprender eso de la 'no violencia' porque no creo ser no violenta", confesaba Williams. Por el lado positivo, el resto del mundo cuerdo ya no cometerá el error de creer que Williams, ganadora del Nobel, no es violenta (aunque el comité del Nobel eliminó la parte de la paz del premio Nobel de la Paz cuando se lo concedió al fabricante de terroristas suicidas Yasser Arafat en 1994).

Mientras los chicos aplaudían, Williams, esa pacifista de talla mundial, echaba humo por las orejas: "Ahora mismo, me encantaría matar a George Bush". En Estados Unidos no llamamos a este odio irracional "espíritu festivo irlandés". Lo llamamos "demencia". O, como lo diagnosticaba por primera vez Charles Krauthammer, "Síndrome de Desquiciamiento por Bush". Williams aprobaría sin duda los desagradables comentarios dejados en un mensaje de un foro de America Online para el sargento Leonid Milkin, cuya esposa, dos hijos y cuñada fueron asesinados en Kirkland, Washington, la pasada semana mientras cumplía servicio en Irak. La redactora de Human Events Online Lisa De Pasquale documentaba los comentarios de los anti-militares odiadores de Bush:

"Qué pena que el asasino (sic) pagado no estuviera también en casa... Obtuvo lo que se merecía por cumplir servicio para un gobierno ilegal en una guerra ilegal."

"Tal vez se metió en la profesión equivocada, porque ¿quién en sus cabales querría ser un hombre del ejército? Debería haber estudiado duro en la escuela y encontrado un trabajo real en lugar de unirse al ejército. Me parto el culo. ¿Ser todo lo que eres? ¡No sean paternalistas! La gente que entra en el ejército o carece de educación o viene de ciudades pequeñas... debería culparse a sí mismo de que su familia haya muerto a causa de su falta de educación."

"OTRA TRADJEDIA (sic) BUSH... VIVA CHICOS, HE AQUI 5 (sic) MUESCAS MÁS QUE BUSH PUEDE AÑADIR A SU CINTURÓN."

Después está Dan Frazier, un oportunista pacifista de Arizona que vende camisetas con los nombres de los soldados caídos, incluyendo el cabo de los Marines Scott Michael Vincent, que fue asesinado por un terrorista suicida hace dos años. El amante de la paz Frazier manifestaba su "espíritu" pacifista "festivo" ignorando las súplicas de la madre de Vincent para que retirase el nombre de su hijo de las camisetas.

¿Quiere otra dosis? A comienzos del mes de julio, un activista neozelandés de la paz y ex candidato del Partido Verde que sirvió como "escudo humano" para Sadam Husein en el 2003 fue acusado de asaltar a un cantante adolescente de rock en Londres. El amante de la paz Christiaan Briggs presuntamente acosó a la novia del chico para dejarlo después inconsciente en el suelo. Briggs se fue riendo antes de entregarse la policía. A la víctima tuvieron que extraerle parte del cráneo y ha despertado del coma hace pocos días.

Anunciando su decisión de luchar por la paz hace tres años, Briggs predicaba: "Tienes que ser el cambio que quieres ver en el mundo. Pero aquí se encuentra la diferencia: el cambio que quiero ver en el mundo no son simplemente las incontables vidas iraquíes salvadas, sino el de la posibilidad de inspirar a un reducido grupo de personas que conozco; mi familia, y la comunidad, ilustrándolas en una lección increíblemente importante y simple que aprendí recientemente: ¿Quiere ser feliz? Centre su vida en hacer felices a otros."

Dejándolos inconscientes. Sadam lo aprobaría.

Mientras tanto, en una concentración pacifista en Boston convocada por la Sociedad Musulmana Americana, un hombre judío que asistía con una videocámara fue amenazado verbal y físicamente por manifestantes hostiles. Seva Brodsky fue abordado por criminales pro-Hezbolá que le agarraron, le insultaron e intentaron evitar que grabase a los simpatizantes terroristas. Todo eso quedó grabado en la cinta y colocado esta semana en el blog Solomonia.com. Un policía en la concentración decía apáticamente a Brodsky: "No podemos garantizar su seguridad".

Si todos estos "pacifistas" tuvieran una brizna de la misma rabia, desprecio e insensibilidad hacia los yihadistas de la que tienen contra nosotros, estaríamos mucho más cerca de lograr la paz que tanto les encanta predicar.

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