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M. Malkin

Cutregrafía

La gente que tomaba esa fotografías estaría informando, supongo, de que esas ambulancias estaban corriendo a tratar las bajas civiles, cuando en realidad estaban circulando calle arriba y calle abajo solamente para que la gente les sacara fotos.

Es la noticia que la élite periodística preferiría que se tragara la tierra. Después del reconocimiento por parte de Reuters de que uno de sus fotógrafos, Adnán Hajj, había manipulado dos fotografías de la guerra del Líbano –después de que los bloggers olieran sus crudas alteraciones con Photoshop– y todas sus 920 fotos de Reuters fueran retiradas, las pruebas de escenificaciones fotográficas y engaño mediático en Oriente Medio siguen surgiendo a raudales.

Charles Johnson, de Little Green Footballs lo llama "cutregrafía".

Una de las fotos de Hajj era una imagen icono de un niño muerto cubierto de polvo con un chupete azul limpio sujeto a su camiseta, mostrado por un encargado de los cadáveres en el lugar de un ataque aéreo israelí en Qana, en el Líbano. Los periodistas más comunes se han quejado de los recelos de los bloggers, planteados primero por EU Referendum, de que algunas de las crudas fotos de la escena pudieran haber sido simuladas. El fotógrafo del Washington Post Michael Robinson-Chávez, que estaba en Qana, se quejaba: "Todos estaban muertos, muchos de ellos niños. Nada estaba preparado". Pero la semana pasada, una cadena alemana de televisión emitía una grabación en video de la escena mostrando todo un director de propaganda (etiquetado como "tipo del casco verde") ajustando la postura del cadáver de un niño, cargándolo desde la ambulancia, colocándolo para las cámaras en dos puntos distintos, y apartando de en medio los espectadores para que las fotos fueran más claras.

Esta versión libanesa del director de cine de terror Wes Craven era identificada por Associated Press en un perfil muy amable con él como Salam Daher, que relataba a los reporteros, "Yo solamente soy un empleado de defensa civil. He realizado este trabajo toda mi vida". Pero esto es una declaración inculpatoria, no exculpatoria. ¿Cuántos "trabajos" más ha supervisado Daher? ¿Y cuantos más directores de escena mediática como Daher existen ahí fuera?

No todos los fotógrafos a ultramar miran hacia otro lado. La semana pasada, el fotógrafo Bryan Denton, radicado en Oriente Medio y cuyo trabajo aparece en el New York Times, desvelaba en la página web de fotografía profesional Light Stalkers que había observado de manera rutinaria la escenificación de fotografías –e incluso la exhumación de cadáveres– por parte de fotógrafos libaneses:

"He sido testigo de la práctica diaria de fotografías preparadas, un caso donde un grupo de fotógrafos de agencia estaban coreografíando la exhumación de cadáveres, dando instrucciones a los empleados de ambulancia para ponerse aquí o allí, pidiéndoles que pusieran así o asá los cadáveres, incluso extrayendo cadáveres que ya habían sido colocados en tumbas de modo que pudieran fotografiarlos en los brazos de la gente". Denton observaba que había sido testigo de la coreografía fotográfica en numerosas protestas y evacuaciones, así como en la ubicación de un ataque israelí en Chiyeh, el Líbano. Denton seguía con una segunda anotación relatando que amigos fotógrafos respetados en su Líbano le informaban de que "no era un incidente aislado" y que era "algo que llevo notando que sucede aquí más que en ninguna otra parte en la que haya trabajado previamente".

Que es probablemente el motivo por el que los bloggers han descubierto tantos y tan copiosos ejemplos de escenas de aspecto fraudulento, desde incontables peluches limpios como una patena yaciendo en el escenario de edificios destruidos hasta coranes colocados artísticamente entre escenas de destrucción, pasando por un impoluto vestido de novia sobre un maniquí en medio de una calle rodeada de pilas de escombros o coches intactos fotografiados en cunetas libanesas y dudosamente etiquetados como alcanzados por misiles israelíes.

Los pies de foto incorrectos (que por alguna extraña razón siempre perjudican la imagen de Israel y nunca la de Hezbolá) añaden otra dimensión al engaño cutre. Una imagen de Associated Press de un angustiado padre transportando a su hija de cinco años muerta hasta un hospital de la ciudad de Gaza la semana pasada culpaba de la muerte a un ataque israelí. Charles Johnson encontró una corrección posterior a ese pie de foto, que desvelaba que la niña había muerto en un accidente de tráfico en una curva. Yo misma encontré una fotografía de Reuters de una niña de 18 meses con dos piernas rotas que fue retirada por el servicio de noticias a finales de julio tras haber estado incluida entre un juego de fotografías de pacientes hospitalizados heridos en un ataque israelí. En la realidad, la niña había sido ingresada en una "hospitalización rutinaria".

Después apareció la manipulación del New York Times de un joven medio desnudo tumbado, copiando la postura de la Piedad, haciéndose el muerto entre los escombros de Tiro. ¿El pie de foto original de la página web del Times? "El alcalde de Tiro dijo que en las zonas más dañadas aún había cadáveres bajo los escombros". Resultó que "el cadáver" era "un empleado de rescate" presuntamente "herido" (con su gorra de béisbol sujeta perfectamente en su brazo mientras cerraba los ojos y echaba la cabeza para atrás) y había sido fotografiado en diversas escenas más corriendo alrededor de la zona del ataque.

¿Incidentes aislados? En un extraño momento de candor, Anderson Cooper, de CNN, revelaba la mecánica rutinaria de los recorridos propagandísticos de Hezbóllywood la semana pasada: "Yo me encontraba en Beirut, empotrado en esta especie de visita guiada a los territorios controlados por Hezbolá en el Líbano que ya estaban siendo fuertemente bombardeados. Claramente querían que saliera la noticia de las bajas civiles. Es por lo que te presionan, hasta el punto en que en esta gira en la que me encontraba, simplemente estaban prefabricando las noticias. Tenían seis ambulancias puestas en fila y decían –ya sabe, nos llevaron allí a los reporteros– que podías hablar con los conductores de las ambulancias. Y después, uno a uno, decían a los de las ambulancias que encendieran las luces de sirena y corrieran, y la gente que tomaba esa fotografías estaría informando, supongo, de que esas ambulancias estaban corriendo a tratar las bajas civiles, cuando en realidad estaban circulando calle arriba y calle abajo solamente para que la gente les sacara fotos".

"Simplemente prefabricando las noticias". Recuérdelo.

Mientras tanto, los tercos mediáticos siguen adelante. Joe Elbert, asistente del editor fotográfico delWashington Post, decía a la defensora del lector Deborah Howell en un exceso de autosatisfacción: "No utilizamos herramientas para cambiar la realidad". Últimas noticias: tú eres la herramienta que está siendo utilizada.

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