Menú
Ignacio Villa

Volvemos a las andadas

Zapatero se ha parapetado detrás de esa verdad oficial que convierte lo del 11 de marzo en el resultado final del fanatismo de unos cuantos confidentes policiales y camellos, enfadados con Aznar por la foto de las Azores.

El 11 de marzo, en este arranque de curso, ha saltado a la arena política debido a las investigaciones periodísticas de este verano y, evidentemente, a la entrevista publicada por el diario El Mundo con Suárez Trashorras, uno de los principales imputados por aquellos atentados.

Las aportaciones realizadas por el diario de Pedro J. y Libertad Digital son muy importantes, pero quizá donde se ha registrado el cambio más llamativo ha sido en el Partido Popular, que ha recuperado como uno de sus principales objetivos el conocer la verdad sobre el 11 de marzo. Unos pocos medios de comunicación pueden arrojar algo de luz sobre los atentados, pero eso no es suficiente. Es necesario que la oposición ejerza como tal en el Parlamento y fuera de él para obligar al Gobierno a investigar y a explicar todo lo que pasó.

En ese sentido es esperanzador que, el pasado lunes, Mariano Rajoy anunciara que los populares van a pedir explicaciones sobre todas las novedades que puedan aparecer sobre el 11 de marzo; algo que ha concretado Eduardo Zaplana anunciando una interpelación parlamentaria sobre esas nuevas aportaciones en la investigación. Una actitud, por cierto, que deja en evidencia a Alberto Ruiz Gallardón, empeñado en echar tierra encima del mayor atentado terrorista de la historia de España. Con esa desautorización por la vía de los hechos, las declaraciones de intenciones del alcalde de Madrid en sus medios amigos aparecen como una quimera entre ridícula y cobarde.

Aunque el anuncio del Partido Popular es una buena noticia, habrá que irlo verificando durante las próximas semanas. Por el momento, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tendrá que comparecer en el Parlamento y subirse a la tribuna de oradores para defenderse como pueda. Es cierto que no sabemos todos los detalles de lo ocurrido en los atentados de Madrid, pero sí que tenemos la plena certeza de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero no ha hecho nada por clarificar la verdad sobre los atentados. No ha puesto nada de su parte para que los españoles sepamos la verdad. Un comportamiento Y de eso sabe mucho y tiene mucha experiencia el propio Rubalcaba después de haber sido el portavoz del Gobierno de los GAL.

Ese es el verdadero motivo de preocupación. ¿Cuales son las razones por las que el Gobierno se quiere quitar del medio? ¿Qué ha ocurrido para que el ejecutivo insista en que está todo claro? Sabemos ya todos que eso no es así. El Gobierno se siente acorralado, aunque intente disimular mirando hacia otra parte; pero Zapatero se ha parapetado detrás de esa verdad oficial que convierte lo del 11 de marzo en el resultado final del fanatismo de unos cuantos confidentes policiales y camellos, enfadados con Aznar por la foto de las Azores.

Con todo, lo más grave es que volvemos a las andadas. La publicación de la entrevista de Suárez Trashorras nos vuelve a situar en el ambiente político que ya vivimos sobrecogidos en la época de los GAL o de Filesa. Eran días en los que lo único con que se podía contar cada mañana era con la sorpresa. Muchos implicados, desengañados de las mentiras del Gobierno, hablaban y desde el PSOE descalificaban despectivamente aquellas revelaciones. Al final, todo aquello se aclaró y Felipe González y los suyos terminaron como terminaron. No sabemos donde acabarán las investigaciones sobre el 11 de marzo, pero las reacciones del Gobierno y del PSOE muestran el mismo nerviosismo que entonces. Y es que si el 11 de marzo es todavía un enigma es porque Zapatero sólo busca enterrar la verdad.

En España

    0
    comentarios