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EDITORIAL

Por una alternativa al nacionalismo en Cataluña

A pesar de esa "bofetada notaria”, lo cierto es que el PP no ha hecho nada por alejar de sus tradicionales simpatizantes el temor de ser, además de "apaleados" por CiU, "cornudos" por un posterior y gratuito apoyo de Piqué a dicha formación nacionalista

Con la participación de Zapatero y Rajoy, los partidos políticos han finalizado la campaña para las elecciones al Parlamento de Cataluña del miércoles con un último llamamiento al voto en diversos mítines finales.

Como resumen de esta campaña electoral habría que señalar que, en lugar de atender y debatir los problemas reales de la gente, los partidos nacionalistas han parecido enzarzados en una competición a ver quién hace la propuesta identitaria más delirante, mientras guardaban un colectivo y clamoroso silencio ante escándalos de negligencia y corrupción política como los del Carmelo o el del 3 por ciento.

Acosados por grupos violentos y silenciados –cuando no vituperados– por los medios de comunicación, los partidos no nacionalistas y sus propuestas para liberalizar política, cultural y económicamente Cataluña apenas han encontrado eco en la opinión pública frente a los numeritos circenses de los nacionalistas, tales como ese de CiU de comprometerse ante notario a no pactar nada con el PP, el de la "nocilla" de Montilla, el de "follarse a la derecha" de IC-V o el ya conocido radicalismo de Esquerra Republicana.

Por su parte, la desacomplejada y firme crítica al nacionalismo de Ciudadanos de Cataluña está suponiendo un verdadero dilema para quienes están hartos de las asfixiantes y cada vez más radicalizadas políticas que se están llevando a cabo en Cataluña. Hay muchos de estos ciudadanos que temen que su voto al PP sólo servirá para respaldar a los nacionalistas de CiU, sin que ese apoyo tenga la menor contrapartida. Sería comprensible que, pese al notable ejemplo de los militantes de base del partido, y el acoso muchas veces violento al que se ven sometidos, optasen por entregar su voto a una formación que ha prometido no pactar jamás con el nacionalismo.

Artur Mas ya dijo ante las cámaras, y antes de ir al notario, que su partido no podía, evidentemente, impedir que el PP le apoyara, pero que ni haría ni pactaría nada por buscar dicho apoyo. A pesar de esa "bofetada notarial", lo cierto es que el Partido Popular no ha hecho nada por alejar de sus tradicionales simpatizantes el temor de ser, además de "apaleados" por CiU, "cornudos" por un posterior y gratuito apoyo de Piqué a dicha formación nacionalista.

Después de haberle seguido ofreciendo servilmente su apoyo, Piqué ha asegurado, a última hora, que "Artur Mas tendrá que volver al notario". ¿Cree el Partido Popular que esa es garantía suficiente para todos aquellos catalanes que quieren que su voto sirva para crear una alternativa al nacionalismo y no para servirle de sostén?

 

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