El escándalo diplomático está servido: el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan ha anunciado que no recibirá a Benedicto XVI en su visita a Turquía a finales de mes, por encontrarse en la cumbre de la OTAN en Riga. A la grosería y la zafiedad diplomática del personaje se une además el esperpento de tratarse del impulsor, junto a Rodríguez Zapatero, de la Alianza de Civilizaciones que constituye la etérea espina dorsal del discurso político del presidente español.
Recordemos que fue Erdogan quien firmó en febrero de este año con Rodríguez Zapatero el artículo publicado en International Herald Tribune donde ambos dirigentes defendían el proyecto de Alianza de Civilizaciones: el diálogo, la comprensión y el respeto entre culturas. Sonó a inmensa estafa. Pues bien, a las primeras de cambio, cuando el socio de Zapatero tiene ocasión de llevarla a la práctica, desplanta al Papa para refugiarse en la cumbre de Riga.
La cosa es más sangrante en la medida en que el propósito de Benedicto XVI es precisamente el de visitar a la comunidad cristiana turca tanto como estrechar lazos con el Islam moderado. Por si existía alguna duda acerca de qué es eso de la Alianza de Civilizaciones, uno de sus fundadores nos lo está mostrando de antemano; al cristianismo, ni agua; al islamismo, buenas palabras y respeto debido. Hoy suena a sarcasmo lo que Zapatero y Erdogan escribían en febrero de 2006: "Necesitamos cultivar la coexistencia pacífica, lo cual es sólo posible si hay un interés y comprensión en el punto de vista de la otra parte y un respeto para lo que ésta considere sagrado". Pues bien, esto es lo que Erdogan entiende por comprensión e interés del otro. Basta saber que opina Zapatero de la actitud de su aliado.
Ironías de la historia, Erdogan se refugia en la cumbre de la OTAN para escapar de la imagen con Benedicto XVI. Al hacerlo, muestra lo que entiende por Alianza de Civilizaciones, y lo hace refugiándose en otra Alianza que se encuentra en un momento clave.la Alianza Atlántica fue creada para defender las democracias liberales del totalitarismo soviético. Hoy, la OTAN se enfrenta al dilema de adaptarse a la lucha contra el nuevo totalitarismo islámico, abriéndose a nuevos aliados y estrategias. Los aliados reafirmarán en Riga el valor de la democracia, la libertad y el pluralismo así como la denuncia de su enemigo moral, el terrorismo islámico... el mismo que amenaza al Papa y que lleva a Erdogan a esconderse entre los aliados atlánticos para no recibir al Santo Padre. No está nada mal para ser el primer acto de la Alianza de Erdogan y Zapatero. Los siguientes prometen.