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Thomas Sowell

La economía según Hollywood

El resultado neto será que habrá muchos que se sentirán bien consigo mismos en Hollywood, en las universidades y en los medios de comunicación mientras dejan a los pobres del Tercer Mundo de los que dicen preocuparse mucho peor de lo que estaban.

No es que sea precisamente una noticia de última hora el que Hollywood persista en producir películas contra las empresas, pero no deja de ser irónico. Aunque estas películas dejan entrever una cierta envidia y resentimiento hacia la riqueza de las sociedades anónimas, ésta proviene de cantidades de dinero individuales mucho más modestas procedentes de cerca de la mitad de la población de los Estados Unidos, que posee acciones y bonos, ya sea directamente o por el dinero pagado en fondos de pensiones u otros intermediarios financieros utilizados para comprar acciones y bonos.

La ironía es que la estrella de Hollywood media que hace películas contra las empresas es muchísimo más rica que el propietario medio de esas empresas, que es la mitad de la población del país.

Los Angeles Times habla de documentales que son "críticos con el poder empresarial". ¿Pero exactamente qué significa este vago término "poder" en lo que a empresas se refiere?

Wal-Mart es la gran obsesión últimamente pero, ¿qué "poder" tiene Wal-Mart? Yo he vivido tres cuartos de siglo sin poner siquiera un pie en unos almacenes Wal-Mart, y no hay nada que ellos puedan hacer al respecto. Resulta que este pasado verano en Page, Arizona, necesitaba comprar algunos artículos de higiene, lo que me hizo acudir a un Wal-Mart cercano por primera vez en mi vida. Su interior tenía más aspecto de pequeña ciudad que de gran almacén. Pero los precios eran notablemente más reducidos que en la mayor parte de las demás tiendas. ¿Es eso el tan temido "poder"?

Aparentemente Wal-Mart no paga a sus empleados tanto como a los observadores ajenos les gustaría verles pagar. Pero obviamente no está pagando menos de lo que vale su trabajo, o probablemente no estarían trabajando en Wal-Mart. Además, esas terceras partes en discordia que tanto se indignan no les pagan nada.

Una de esas "cintas" (término moralmente superior a "película") indignadas de Hollywood hace la misma denuncia contra Starbucks, mostrando cultivadores etíopes de café castigados por la pobreza proporcionando su grano a la rica cadena de cafeterías. ¿Están acaso los cultivadores etíopes de café peor ahora que Starbucks les compra el grano? La oferta y la demanda sugieren lo contrario. Pero los cruzados morales raramente tienen tiempo para la economía.

Si aquellos que afirman estar preocupados por la pobreza de los etíopes realmente lo estuvieran, ¿por qué aliviar esa pobreza no es algo tan importante para ellos como para gastar en ello su dinero tal y como Starbucks lo hace utilizando el dinero invertido por otras personas, incluyendo enfermeras, mecánicos, profesores y otros que invierten en fondos de pensiones para tener lo suficiente cuando se jubilen?

El hecho trágico es que la productividad es muy inferior en los países pobres. Ese es el motivo fundamental por el que, para empezar, son pobres. No puedes pagar salarios a nivel estadounidense a empleados cuya productividad es una fracción de la de los empleados norteamericanos sin disparar el precio de la producción hasta el punto en que las empresas deslocalizarán sus puestos de trabajo a cualquier otro país.

La verdadera comparación no es la que se hace habitualmente entre lo que se paga a los empleados en países del Tercer Mundo comparado con lo que se paga a los de Estados Unidos. La comparación que realmente importa a los pobres del Tercer Mundo es entre lo que les pagan las multinacionales en comparación con lo que pueden ganar de otra manera. Y las multinacionales pagan cerca del doble de lo que pagan los empresarios locales en países del Tercer Mundo.

Los trabajadores del Tercer Mundo hacen cola para estos puestos de trabajo e incluso sobornan a los de dentro para que les enchufen. Si los entrometidos económicamente analfabetos de Hollywood y otros cruzados insensatos llegaran a conseguir que se establecieran escalas salariales más altas al margen de la productividad, destruirían empleos del mismo modo que ha sucedido con políticas similares en otros países. Nada sale gratis en el Tercer Mundo, al igual que aquí.

El resultado neto será que habrá muchos que se sentirán bien consigo mismos en Hollywood, en las universidades y en los medios de comunicación mientras dejan a los pobres del Tercer Mundo de los que dicen preocuparse mucho peor de lo que estaban. Lo que necesitan los países pobres son más multinacionales, no menos. Según van estableciéndose más multinacionales en los países más pobres, quienes allí trabajan no sólo van recibiendo mejores oportunidades económicas, sino que también adquieren habilidades y experiencia laboral que elevan su productividad y potencial de ganar más dinero aún, por más que eso enfurezca a los analfabetos económicos que hay en Hollywood.

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