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Gabriel Calzada

Benedicto XVI, Atilla Yayla y la libertad de expresión

Estos hechos suponen un ataque frontal a la libertad de expresión y la libertad académica más básicas. Los liberales parecen estar encendiendo la ira de quienes abogan por el autoritarismo y los totalitaristas en todas las partes del globo.

Durante su importante visita a Turquía, Benedicto XVI ha abogado por la libertad religiosa y los derechos del hombre. Mientras la prensa internacional difundía las afirmaciones del Papa sobre estas importantes cuestiones, pocos han advertido que al mismo tiempo tenía lugar en Turquía el linchamiento mediático y académico de uno de los mayores defensores de las libertades individuales y religiosas del país.

Atilla Yayla, profesor de ciencias políticas de la Universidad Gazi de Ankara, tuvo el atrevimiento de criticar el kemalismo y sugirió que la omnipresencia de la imagen del fundador de la ideología oficial y primer presidente de la República, Mustafá Kemal Atakürk, impuesta legalmente, podría resultar difícilmente explicable para los ciudadanos europeos. El kemalismo es una ideología fundamentada en el republicanismo, el populismo, el secularismo, el amor por la "revolución", el nacionalismo y el estatismo. El día 18 de noviembre el doctor Yayla explicó en una conferencia sobre "La influencia social de las relaciones entre la Unión Europea y Turquía" que el imperio absoluto de esa ideología socialista y del partido único que la aplicó entre 1925 y 1950 no habían ayudado mucho a la prosperidad del país y al establecimiento de un marco en el que imperase la libertad de expresión, de religión, el gobierno limitado, el estado de derecho, la libertad de contratos, la propiedad privada, el libre intercambio y las demás instituciones propias de la civilización.

Desde entonces Yayla ha sido acusado de ser un traidor de la patria y ha sufrido un pavoroso linchamiento por parte de los medios y de los defensores del pensamiento único intervencionista. Por desgracia, la campaña contra este defensor de la libertad no ha quedado en el campo mediático y político. El rector de la Universidad Gazi de Ankara ha abierto una investigación sobre los comentarios del doctor Yayla y se le ha impedido dar clases hasta que concluya el proceso. Peor aún, el rector ha anunciado que el investigado será acusado de objetar el artículo que obliga a los académicos "a educar a los estudiantes turcos de acuerdo con los principios y las revoluciones de Ataturk".

Estos hechos suponen un ataque frontal a la libertad de expresión y la libertad académica más básicas. Los liberales parecen estar encendiendo la ira de quienes abogan por el autoritarismo y los totalitaristas en todas las partes del globo. El año pasado un incidente similar ocurría en EEUU a raíz de unos comentarios del profesor Hans Hermann Hoppe sobre la tendencia de determinados grupos sociales, como los homosexuales, los jóvenes o las personas mayores, a tener una elevada preferencia temporal. El rector de la Universidad de Nevada en Las Vegas abrió un proceso contra Hoppe que afortunadamente no prosperó gracias a la masiva respuesta internacional que se produjo en Internet en defensa de la libertad de expresión y en contra de la censura académica.

En el caso del profesor Yayla se da el paradójico hecho que la visita de Benedicto XVI, en la que el Papa ha defendido algunos de los principios que defendió el politólogo turco en la vilipendiada conferencia, ha silenciado involuntariamente estos hechos. En lo que la noticia tarde en extenderse por Internet y producirse una respuesta adecuada en defensa de la libertad de expresión, espero que las palabras del Santo Padre ayuden a hacer reflexionar a quienes desprecian las libertades individuales más elementales y quieren imponer el estatismo por la fuerza.

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