Menú
GEES

Lo que Irak de verdad necesita

Irak, para resumir, lo que necesita son más medios para luchar contra la violencia. Por eso el Pentágono se plantea aumentar a sus soldados temporalmente. No está el horno para Baker, sino para más fuerza y resolución.

Irak no necesita más recomendaciones ni grupos de notables reflexionando no sobre el futuro del país, sino sobre su propio futuro, que es lo que ha sido en realidad el ejercicio de la comisión Baker-Hamilton. Irak necesita, por el contrario, decisiones y actuaciones encaminadas a la victoria de la coalición y a la derrota de los terroristas, guerrilleros e insurgentes, sean del lado que sean.

El impacto letal que el informe de Baker y Hamilton puede tener es esparcir por todo Washington (y de ahí a amigos y enemigos) la sensación de que Estados Unidos es débil y está dispuesto a aceptar su derrota. No es un problema tanto de lo que se dice en el texto que, como hemos comentado en estas páginas, da un poquito a todo el mundo para contentara casi todos, como de lo que no dice. Porque lo que no plantea es una estrategia y unas medidas para la victoria. Posiblemente porque sus autores no crean en ella.

Y en algo tienen razón: la victoria con el planteamiento actual y en las circunstancias presentes no es imaginable. Pero eso no quiere decir, ni mucho menos, que no sea posible. Hoy, todos atacan a los neocons por haber llevado a Estados Unidos a una guerra imposible. Quienes en su día apoyaron la intervención saltan ahora del barco, convencidos de su inevitable naufragio. Conservadores y demócratas reviven el síndrome de Vietnam y sueñan con un Estados Unidos fortaleza, aislado de los vaivenes del resto del mundo. Se equivocan en todo.

La guerra en Irak no está perdida y se puede ganar, sólo que es necesario dejar de lado el derrotismo y encarar la situación de manera "realista". Los neocons han venido advirtiendo desde bien pronto (tan pronto como el verano del 2003) que eran necesarias más tropas sobre el terreno para instaurar el orden y garantizar la seguridad de los iraquíes. El Pentágono les desoyó y se produjo una de las más estériles disputas que tuvo a Rumsfeld como protagonista en lugar de Irak. Y no sólo los neocons abogaron por un aumento de la presencia de tropas americanas en suelo iraquí, también varios militares de alta graduación. Fred Kagan, del American Enterprise Institute ha fijado la cantidad requerida en 50.000 soldados más.

Sea como fuere, Irak necesita con urgencia una cosa: un redespliegue táctico que permita la concentración de más tropas en la capital, Bagdad. La seguridad allí exige unos 20.000 o 25.000 soldados más en sus calles. Pero no todo es cuestión de número. Las tropas necesitan modificar su misión y tienen que hacer de fuerzas del orden público que no dependan de la autorización del gobierno iraquí, sino de la evaluación del comandante sobre el terreno. Irak necesita más personal dedicado a la formación y entrenamiento de sus fuerzas de seguridad y ejército, así como mayores programas de equipamiento y de apoyo logístico. Irak, para resumir, lo que necesita son más medios para luchar contra la violencia. Por eso el Pentágono se plantea aumentar a sus soldados temporalmente. No está el horno para Baker, sino para más fuerza y resolución. Es decir, para más tropas.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios